El presidente Donald Trump firmó el jueves una orden ejecutiva para comenzar el desmantelamiento del Departamento de Educación de Estados Unidos, un movimiento que necesitará la aprobación del Congreso en un futuro.
Trump ha hablado en repetidas ocasiones sobre su deseo de eliminar este departamento, una promesa que ha mantenido desde su campaña presidencial. En septiembre de 2024, Trump expresó que quería reducir la influencia del gobierno federal sobre la educación para “detener el abuso de los dólares de los contribuyentes para adoctrinar a la juventud de América”.
En su declaración del jueves, Trump destacó que “todos saben que es lo correcto, y debemos educar a nuestros niños”. Aseguró que el sistema educativo estadounidense no ha funcionado bien y que no lo ha hecho durante mucho tiempo.
Por ello, la Casa Blanca publicó una hoja informativa que detalla que la orden ejecutiva tiene como objetivo “devolver la educación a las familias en lugar de a las burocracias”, y que instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a “tomar todas las medidas necesarias para facilitar el cierre del Departamento y devolver la autoridad educativa a los estados, mientras se asegura la entrega efectiva e ininterrumpida de los servicios, programas y beneficios en los que los estadounidenses dependen”.
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Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aclaró que la orden ejecutiva no cerrará por completo la agencia, sino que “la reducirá enormemente”.
Además, explicó que el departamento seguiría supervisando las becas Pell y los préstamos estudiantiles que proporcionan ayuda financiera para los estudiantes universitarios.
“No va a ser cerrado”, dijo Leavitt. “Las becas Pell y los préstamos estudiantiles seguirán siendo administrados por el departamento en Washington, D.C., pero la gran responsabilidad de educar a nuestros estudiantes volverá a los estados”.
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En medio de este debate, una encuesta de la consultora Gallup publicada en febrero muestra que la satisfacción de los estadounidenses con la educación ha disminuido considerablemente en la última década.
Según la encuesta, solo el 24% de los estadounidenses están satisfechos con la calidad de la educación en Estados Unidos en enero de 2025, frente al 37% en enero de 2017.
La Casa Blanca ha criticado la situación de la educación en Estados Unidos y la caída de los puntajes de las pruebas de los estudiantes estadounidenses.
Los críticos en la Casa Blanca han señalado el “Informe Nacional sobre la Nación”, la Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP) de 2024, que se publicó el 27 de enero.
El examen, que evalúa a los estudiantes de cuarto y octavo grado, mostró que los puntajes de matemáticas para los estudiantes de octavo grado apenas cambiaron en comparación con 2022, y los puntajes de lectura disminuyeron dos puntos en ambos niveles.
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Para eliminar por completo la agencia, la rama ejecutiva necesita la aprobación del Congreso bajo el Artículo II de la Constitución de Estados Unidos, y se requiere una mayoría de 60 votos en el Senado, donde actualmente solo hay 53 republicanos.
Sin embargo, el representante Thomas Massie, de Kentucky, sugirió el miércoles en un mensaje en X que el Senado utilice el proceso de reconciliación presupuestaria para aprobar la medida, lo que requeriría solo 51 votos.
Massie ha liderado esfuerzos legislativos para reducir la agencia y presentó una medida el 31 de enero para eliminar el Departamento de Educación para diciembre de 2026.
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También hay apoyo en el Senado para este tipo de legislación. “Estoy de acuerdo con el presidente Trump en que el Departamento de Educación ha fracasado en su misión”, dijo el senador Bill Cassidy, de Luisiana.
“Dado que la agencia solo puede ser cerrada con la aprobación del Congreso, apoyaré los objetivos del presidente presentando legislación para lograrlo lo antes posible”.
A pesar de no eliminar por completo el departamento, la administración Trump ya ha comenzado a reducir significativamente su tamaño. El 11 de marzo, el Departamento de Educación reveló planes para recortar a la mitad su personal de poco más de 4.000 personas.
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Tras los informes del miércoles por la noche sobre la intención de Trump de firmar la directiva el jueves, la presidente de la Federación Estadounidense de Maestros, Randi Weingarten, anunció que el sindicato impugnaría la orden. “Nos vemos en los tribunales”, dijo Weingarten.
Ya están en marcha algunas acciones legales contra las acciones de Trump. Un grupo de fiscales generales de 21 estados presentó una demanda en el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Massachusetts el 13 de marzo después de los despidos en la agencia.
La demanda argumenta incorrectamente que los esfuerzos para desmantelar la agencia, incluidos los despidos, son “una violación ilegal de la separación de poderes y la obligación del Ejecutivo de garantizar que la ley se ejecute fielmente”.
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