Como parte de la política provincial contra el microtráfico de drogas impulsada por el gobernador Rolando Figueroa, este lunes se concretó en Neuquén capital la demolición de una construcción precaria que funcionaba como punto de venta de estupefacientes y estaba asociada a otros delitos. El inmueble, ubicado en la calle Río Pulmari del sector Alto Godoy en el barrio Gran Neuquén Norte, se convirtió en el primer “aguantadero” derribado en la provincia.
Una acción coordinada entre los tres poderes
El operativo reunió a autoridades provinciales y municipales, entre ellos el ministro Jefe de Gabinete Juan Luis Ousset, el ministro de Seguridad Matías Nicolini, el fiscal general José Gerez, el intendente Mariano Gaido y el presidente de la comisión vecinal, Maximiliano Rodríguez. Desde la implementación de la desfederalización en Neuquén, la Policía provincial realizó 117 allanamientos, incautó 35 kilos de marihuana, 18 kilos de cocaína, 37 armas de fuego y más de 42 millones de pesos en efectivo, con 83 detenciones concretadas.
Se desvinculó de la empresa, fue a cobrar la indemnización y le descontaron $12 millones de cuota alimentaria
Ousset remarcó que “son acciones concretas, con todos los poderes trabajando juntos en la lucha contra la droga”, mientras que Nicolini destacó que es la primera vez en la provincia que se destruye un inmueble narco. Gerez, por su parte, subrayó que el objetivo es neutralizar los puntos de venta para que no se reanuden las actividades delictivas.
Apareció calcinado el cuerpo del joven buscado desde el domingo en Chile
El operativo policial
La demolición fue la etapa final de una investigación iniciada en junio tras una denuncia anónima en la app “Neuquén Te Cuida”. La pesquisa reveló que un hombre de 30 años operaba la vivienda las 24 horas como punto de venta, con mayor actividad nocturna, utilizando cámaras de seguridad para evitar el accionar policial. El 31 de julio se ejecutó un allanamiento que permitió incautar 22 envoltorios de cocaína, dinero en efectivo, tres balanzas digitales, dos celulares, una carabina calibre 22 y municiones. Tres personas fueron detenidas, entre ellas dos hermanos, y una cuarta quedó vinculada por el mismo delito.
La demolición contó con la presencia de vecinos, quienes celebraron el cierre definitivo del inmueble. Según Rodríguez, “estas acciones eliminan el temor y comprometen al vecino a denunciar”. Desde que la propiedad fue clausurada, los residentes del sector aseguran que mejoró la tranquilidad y seguridad del barrio.