22, septiembre, 2025

Garrahan. Un movimiento social de alcance nacional

El miércoles 17/9 con epicentro en Plaza de los Dos Congresos se vivió una jornada nacional muy potente. Centenares de miles en todo el país se movilizaron ante la convocatoria realizada desde el Hospital Garrahan y la Comunidad Universitaria. Esta acción multitudinaria no fue magia: es el resultado de una orientación y una planificación consciente, activada, militada y construida durante semanas. Con el sindicato APyT a la cabeza, articulando con organizaciones del Cabildo Abierto y en amplia confluencia con sindicatos, federaciones y Centros de Estudiantes se logró una fuerte acción que aseguró un resultado positivo en Congreso con la ratificación de las leyes de Emergencia Pediátrica y Financiamiento Universitario.

Por tomar solo lo que va del 2025 la enumeración de acciones realizadas por los trabajadores del Garrahan impresiona:

  • Paros activos, con presencia en el lugar de trabajo.
  • Abrazos y movilizaciones
  • Marcha de Velas y hasta RCP “al salario”
  • Festivales y bicicleteadas
  • Iniciativas encabezadas por familiares que apoyamos y amplificamos
  • Acciones de alcance federal como el 17 de julio a Plaza de Mayo y cerca de 30 ciudades en el país o la acción conjunta con los distintos actores de la Universidad Pública el pasado 17 de septiembre.

Desde el principio entendimos, especialmente desde la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital que enfrentábamos al gobierno más anti-popular y duro desde la caída de la dictadura, y que por lo tanto, había que plantarse sin dogmas, esquemas o la repetición mecánica de fórmulas preconcebidas. No es que neguemos la utilidad de la experiencia histórica, pero no era una etapa más como cualquiera de las anteriores. Por eso imaginamos y diseñamos una orientación a la medida del desafío:

  • Construimos un mensaje en defensa del Hospital y el derecho a la salud de las infancias.
  • Conectamos el reclamo salarial y presupuestario, no como un planteo exclusivamente sindical y económico: insistimos con explicar lo que estaba en juego.
  • Explicamos una y otra vez, que la cohesión interna de los trabajadores y las medidas de fuerza era centrales, pero que con eso solo no alcanzaba: había que construir un verdadero “movimiento social” en defensa del hospital.

La tarea consistía en transformar esta lucha en causa nacional. Lo hicimos consigna y lo traducimos en medidas que fuimos planteando en cada instancia de resolución colectiva. Y logramos hacerlo.

La fórmula de “unidad en la diversidad”: clave en esta etapa

No se trata de una frase hecha. Tiene un significado profundo y es motivo de polémica permanente con otros sectores gremiales que actúan al interior del hospital. Desde la APyT se razonó desde muy temprano (allá por 2023, antes incluso del ballotage que ganó Milei), que era directamente fundamental construir masa crítica y relación de fuerzas alrededor del Garrahan para tener chances de ganar contra un gobierno ultraderechista como el actual. Coherentes con ese planteo, pusimos en acción distintas medidas:

  • Construimos un espacio de articulación con organizaciones de la salud, pero que fuimos ampliando a distintos sectores: el Cabildo Abierto que fue clave para rodear de apoyo orgánico nuestra lucha. La presencia de FESPROSA, de la Comisión Interna del Roffo, de los sindicatos combativos ALE-Enfermería, AGIHM, UTS-Córdoba, de la Federación de Profesionales de CABA con varios de sus sindicatos más combativos de base, la CONADUH, organismos de DDHH tanto del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia como de la Mesa de Organismos, la conducción de CONADUH, la Junta Interna de ATE-INCAA, las seccionales opositoras de CICOP tales como Hospital Belgrano, Eva Perón, Tigre, Hurlingham, el Colectivo Ni Una Menos, y fuerzas sociales y políticas de las más variadas. Incluso, sindicatos de base de la CGT a pesar del rol de la conducción de esa central, tales como la seccional Tierra de la Fuego de la UOM, SIPREBA, y delegaciones muy representativas de sindicatos del transporte. 
  • Tendimos puentes hacia toda organización que estuviera de acuerdo con apoyar nuestra causa y sumar en este movimiento, sin sectarismos de ningún tipo: así fue posible por ejemplo, movilizar 40 mil personas el 17 de julio o ser protagonistas el pasado 17 de septiembre en el escenario central del Congreso.
  • La unidad de acción amplia, implica unidad con sectores distintos, con los que no tenemos acuerdo en todo e incluso con los que tenemos muchos diferencias. Sin embargo, para sumar fuerza de sus bases y aislar al gobierno y sus aliados, es directamente obligatorio (pensamos) desplegar esta unidad.
  • Cada acción que propusimos desde la APyT fue así: hacia adentro del hospital en unidad con la Junta Interna de ATE y el Colectivo de Autoconvocados, con los cuales tenemos acuerdos y diferencias, pero construimos en unidad. Y hacia afuera con decenas de organizaciones también con muchas diferencias, pero priorizando la unidad en la movilización para derrotar a Milei.
  • La condición siempre fue no perder nuestra identidad y que el programa de cada acción fuera correcto: lo fue el 17/7, lo fue el 17/9 y cada vez que lo articulamos. Nos fortalece convocar aliados distintos que amplían el alcance de nuestro reclamo a nuestras acciones y que sea visible ese apoyo, no vergonzante y a medias.
  • Esos acuerdos no silencian nuestras críticas o las polémicas que tengamos, pero nos fortalecen en la coyuntura de nuestra pelea y si ganamos también fortalece estratégicamente la autoridad del Garrahan con su método, su democracia sindical y sindicatos como la APyT al frente.

Estas definiciones que parecen obvias, son motivo de polémica recurrente al interior del frente único de lucha del hospital, ya que hay resistencia a esta fórmula de unidad en la diversidad. La clave del asunto es preguntarse haciendo balance, si ayudó o no esta política cada vez que se aplicó, si sumó o no a que nuestro reclamo se nacionalizara y se hiciera causa nacional.

¿Las acciones masivas que protagonizamos hubieran sido posible sin esta línea? ¿Da lo mismo hacer medidas testimoniales, pequeñas y sin ningún impacto a llevar adelante medidas potentes? ¿No fortalecen el estado de ánimo interno de los trabajadores en lucha del hospital y nos posicionan públicamente?

Nosotros no tenemos dudas: es tiempo de audacia, de jugarnos, de no actuar a la defensiva. Sin dogmas, sin esquemas, sin fórmulas preconcebidas.

Haciendo historia a lo grande

Lógicamente las luchas del hospital Garrahan no empezaron en el 2025. Hay un acumulado y un recorrido que tiene muchos hitos imporantes, entre ellos el 2005. Sin embargo, la escala del movimiento construido en esta etapa, el tamaño del enemigo que se enfrenta y la dureza para doblegar directamente la política del gobierno nacional transforman esta lucha categóricamente en la más importante de la historia de los trabajadores del Garrahan.

El Garrahan como causa nacional, como estímulo a la acción desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, es triunfo categórico y punto de inflexión en la riquísima trayectoria de las distintas generaciones que fueron pasando por este hospital. Hay una unidad inédita también de todo el equipo de salud, un objetivo siempre complejo, ya que existen contradicciones lógicas en una estructura tan enorme de casi 7000 trabajadores (contando a residentes, becarios y pasantes).

Reivindicar las luchas pasadas no se contrapone con reconocer el alcance enorme de lo que ahora está protagonizando el colectivo entero en un verdadero laboratorio de experiencia sindical, social y política de determinación, conciencia, compromiso, creatividad y también (claro) sensibilidad infinita.

No está todo inventado y esta lucha demuestra positivamente que cuando los trabajadores se ponen en movimiento con la cabeza bien abierta pueden correr lejos, lejos, el límite de lo posible.

La APyT como herramienta de empoderamiento y en permanente superación

La historia de la Asociación está pendiente de ser escrita. Su origen es corporativo y elitista, por la conducción que se la apropió hasta hace más de 15 años que fue recuperada para una perspectiva opuesta a esa. Desde entonces hasta ahora el rumbo fue cambiando permanentemente. Con aciertos y errores, en un proceso de aprendizaje permanente, se concibe a sí misma como una herramienta de empoderamiento del conjunto pluriprofesional de todo el equipo de salud:

  • Independiente de gobiernos y gestiones
  • Plural ideológicamente, sin macartismos ni apropiaciones aparatistas
  • Siempre basada en la más amplia democracia sindical, de contenido, no formal o puramente declarativa: cree profundamente en el choque de ideas, en el debate colectivo, en la síntesis del ida y vuelta.
  • Defiende la lógica de la unidad en la diversidad, siempre, lo cual no significa romantizar la unidad por la unidad: priorizar los acuerdos no se contrapone a clarificar diferencias, matices y polémicas.
  • Los sectores o grupos con los que no coincidimos en el debate interno no son enemigos a destruir o desmoralizar, con intrigas o campañas malintencionadas: aspiramos a contribuir a un clima de intercambio entre luchadores sin la “toxicidad” de los que se creen siempre dueños de la verdad. Si no convencemos con nuestras ideas, somos pacientes y tenemos los oídos abiertos, ya que podemos estar equivocados.
  • Nuestro propósito es articular todas las expresiones movilizadas del hospital que reflejan al conjunto del equipo de salud y todos los trabajadores. Esto incluye articular con la Junta Interna de ATE, a pesar de diferencias de concepción, matices políticas y de orientación; pero también con el Colectivo de Autoconvocados, que abarca profesionales de distintos servicios, que evidentemente no se sienten contenidos en las organizaciones gremiales existentes, muchos de ellos médicos/as e incluso jefaturas concursadas que activan a su ritmo y con sus características, y que son importantes como parte del movimiento global. No los consideramos “patrones”, ni mucho menos. Tendemos puentes hacia ellos, también con matices y diferencias, pero priorizando los puntos de acuerdo.
  • Aspirar a contribuir a una hegemonía en el hospital que organice a la mayoría del equipo sindical en los términos de este modelo: sin burocracias enquistadas, sin privilegios, siendo “herramienta” no imponiendo verticalmente pensamiento único, sea de la posición que sea.

Por eso, nos proponemos crecer sin techo para ser más herramienta de empoderamiento que nunca de todo el equipo de salud, sin exclusiones.

El Garrahan no es una isla: nacionalizar la experiencia

La situación nacional está en un cruce de caminos. El gobierno nacional atraviesa una crisis de gobernabilidad fuerte y probablemente después de las elecciones del 26 de octubre esa dinámica se profundice. Estamos convencidos que podemos ganar este pelea. Ahora claro, tenemos la escala del 2 de octubre en el Senado donde sin relajarnos ni confiar en esa institución conservadora tenemos que volver a convocar multitudes. Articular desde el Cabildo Abierto, tender puentes con la Universidad y desde ahí con todo el pueblo. Vamos a volver a plantear a las centrales obreras, especialmente a la conducción de la CGT que necesitamos un paro nacional activo hasta ganar. Y asumir que con el Senado tampoco alcanza: vamos a tener que profundizar las medidas para un último esfuerzo pos-Senado que asegure la aplicación de la Ley de Emergencia Pediátrica.

También en el camino tenemos  planteada la pelea por los Recursos Propios (dinero recaudado por prestaciones del hospital a pacientes con Obra Social y Prepagas) ilegalmente retenidos por el Consejo de Administración y el interventor del mileísmo en el hospital, Pirozzo, vaciador del Sommer y del Bonaparte. La consigna de apertura de los libros contables se concretó por presión de la movilización y supimos que en 2024 hubo superávit por $ 18700 millones de pesos y una facturación % 453 superior al año anterior. Pero lo más aberrante que se conoció es la existencia de $ 40.000 millones de pesos destinados a un Fondo de Inversión en el Banco Nación. Todo mientras los trabajadores cobran por ese concepto $ 200 mil pesos por mes y nada más. Esa plata tiene que ir a la cuenta sueldo del equipo de salud.

Y a la vez, saber que por el rol que estamos jugando socialmente tenemos una responsabilidad histórica como colectivo de trabajadores: este gobierno representa un proyecto totalmente incompatible con el derecho al salario igual a la canasta, la salud de las infancias, la universidad pública, las jubilaciones, la discapacidad y todo lo que está bien. Por eso, tenemos que nacionalizar la experiencia del Garrahan y la APyT a más sectores de la salud pública que nos miran con simpatía para construir una fuerza corriente orgánica combativa y democrática en los principales hospitales del país. Y además, articular con más y más sectores combativos del movimiento obrero y el pueblo, con sindicatos independientes, agrupaciones, delegados de base y activistas una fuerza militante que se trace como perspectiva una salida de fondo y alternativa a todo lo que ya fracasó en el país. Luchar y hacer sindicalismo del bueno, sin burocracias ni compromisos con gobiernos de turno y patrones. Y a la vez, plantearse también la necesidad de hacer política desde y para los trabajadores. Porque en definitiva no es tiempo para ser indiferentes.

Mariano Rosa – Coordinación Alternativa Salud

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