12, mayo, 2025

Está detenido por abusar de sus hijastras y su ex denunció que las hostiga desde una cárcel

El 25 de mayo de 2002, el cabo del Ejército Argentino, identificado con las siglas J.Y., oriundo de Formosa, fue detenido por violar a una nena de 11 años, una adolescente de 18 años e intentar abusar de una chica de 16 años. Las víctimas eran hijas de su pareja, con quienes convivía en una casa en el barrio Gran Malvinas, dentro del Regimiento de Ingeniería Mecanizado 35 de Rospentek, en la provincia de Santa Cruz.

Hace cuatro años mantenía una relación con la madre de las víctimas, a quien conoció en la localidad de 28 de Noviembre. Ella ya tenía tres hijas y juntos tuvieron una cuarta hija, que actualmente tiene tres años, según publica La Opinión Austral.

El acusado se encuentra actualmente detenido en la Comisaría de Río Turbio a la espera del juicio. 

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Los abusos ocurrieron mientras el cabo cumplía funciones en Rospentek.

Municipio y comunidades.

LOS HECHOS POR LOS QUE SE ENCUENTRA DETENIDO

Los abusos sexuales contra las menores se habrían dado durante la ausencia de su madre, quien debía viajar diariamente a la localidad de 28 de Noviembre para trabajar entre las tres y las cinco de la tarde.

Los abusos habrían continuado en el tiempo, ya que una noche la madre de las víctimas se levantó a tomar agua y encontró a su hija mayor llorando en un rincón. Al preguntarle qué ocurría, la adolescente respondió que J.Y. la había manoseado.

La madre decidió hablar con sus otras hijas, quienes sumaron sus relatos de abusos a la hora de la siesta, mientras ella se encontraba fuera de casa. Les decía a la menor de sus víctimas que “era solo un juego” y que debía guardar el secreto entre ellos, según declaró posteriormente ante la Cámara Gesell.

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La adolescente de 16 años declaró que el acusado la había invitado reiteradamente a “hacer la siesta” en ausencia de la madre.

Mientras tanto, la hija que tenían en común era víctima de maltratos. J.Y. la sumergía en agua fría cuando lloraba, según relató la madre.

AMENAZAS

El horror que vivió esta mujer junto a sus hijas no terminó el día que lo detuvieron; es que, lo que siguió fue una seguidilla de amenazas y hostigamientos por parte del abusador, pese a que se encuentra detenido.

La mujer relató que el 26 de diciembre de 2022, el mismo año en que presentó la denuncia, encontró una paloma muerta atada con un precinto en el portón de su casa, lo que interpretó como un mensaje intimidatorio. Pero no fue el único hecho.

Incluso, en otra ocasión, al subirse a su auto, notó que las cubiertas estaban pinchadas. Al llevarlo a la gomería, le informaron que las ruedas habían sido tajeadas intencionalmente.

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Una paloma muerta en la casa donde ahora vive la familia a la espera del juicio.

La Opinión Austral

Otro hecho de hostigamiento fue a través de una notificación por el cobro de un préstamo que había sido solicitado por J.Y. desde la cárcel, colocando a su ex como garante sin su consentimiento. “Fue un problema grande. Desde la Policía me dijeron que él tenía un celular, pero sin acceso a internet. Me negué a pagar”, afirmó.

“Tengo miedo de que estos hechos escalen o que le hagan algo a las nenas”, expresó, y es que hasta el momento, “ya salieron casi todos los juicios por abuso en la Cuenca, y del mío, nada”, cuestionó.

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La mujer se encuentra en tratamiento psicológico y una de sus hijas interrumpió el suyo, con complicaciones de gravedad, en relación a episodios de autolesiones. “Tienen pesadillas, no quieren saber nada”, lamentó.

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