14, junio, 2025

Deuda y reservas. El FMI viene a observar la política de Caputo

A pocos días de la nueva estrategia económica anunciada por el ministro de Economía, la vocera del Fondo Monetario comunicó que, a finales de junio, una misión del organismo vendrá a inspeccionar el cumplimiento de las metas.

El Fondo Monetario Internacional confirmó su presencia en el país a finales de junio. La visita se llevará a cabo para evaluar el desarrollo de los objetivos del programa. Con los anuncios sobre la nueva estrategia financiera propuesta por el Ministerio de Economía, la delegación del organismo de crédito no solo evaluará el cumplimiento de las metas exigidas, sino que también comenzará a encarrilar las reformas estructurales solicitadas.

La vocera del FMI, Julie Kozack, anunció el pasado jueves que una misión técnica llegará al país para “evaluar los avances en las metas y objetivos del programa y también para discutir la agenda de reformas de las autoridades de cara al futuro”. Originalmente, la fecha de la revisión estaba pactada para el 13 de junio, pero el organismo decidió darle un respiro al Gobierno para que este pueda acercarse a lo requerido en cuanto al nivel de reservas exigido para el BCRA.

Kozack, encargada de la comunicación oficial del Fondo, también se refirió a los últimos movimientos realizados por el Gobierno en materia económica: “Las políticas de la administración Milei siguen evolucionando y dando resultados impresionantes, como hemos señalado anteriormente. En este sentido, recibimos con satisfacción las recientes medidas anunciadas esta semana por el Banco Central y el Ministerio de Economía, ya que representan otro paso importante en los esfuerzos por consolidar la desinflación, apoyar la estrategia de financiación del Gobierno, reconstituir las reservas y, más concretamente, los pasos para fortalecer el marco monetario y mejorar la gestión de la liquidez”.

Según lo firmado por el Gobierno de Milei, una de las metas exigidas para esta revisión era que el Banco Central sumara USD 4.400 millones a sus reservas netas. Pero esto no se cumplió debido a la política empleada por el gobierno libertario desde la implementación de las bandas cambiarias. De acuerdo con lo establecido por el equipo liderado por Luis Caputo, el BCRA no compraría divisas para aumentar las reservas hasta que el tipo de cambio no alcance el piso de los $1.000. Por esta razón, las reservas bajaron a USD 37.800 millones, unos USD 1.500 millones menos que a fines de abril, lo contrario de lo exigido por el Fondo Monetario.

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Para intentar cambiar esta situación, Caputo optó por solventar la falta de reservas mediante el endeudamiento. El pasado 9 de junio, el responsable de Economía presentó una nueva estrategia que incluye un paquete de políticas dirigidas a favorecer la especulación y el saqueo de capitales.

La emisión de bonos en dólares para residentes y extranjeros, la eliminación del requisito de permanencia mínima (antes de seis meses) para inversores no residentes —lo que facilita la fuga de capitales— y la implementación de bonos indexados al dólar, CER, TAMAR y “hard dollar” —diseñados para atraer capital especulativo— son algunas de las medidas implementadas por el titular de Economía. Una vez puesta en marcha esta estrategia, como acto reflejo, el BCRA amplió en USD 2.000 millones los repos pactados con bancos internacionales.

Kozack aprobó esta nueva forma de financiamiento para las reservas y le dio el visto bueno al Gobierno: “Se espera que el exitoso reingreso en los mercados de capitales y otras acciones para movilizar la financiación para Argentina impulsen las reservas. Y la estabilidad en general para el país sigue estando respaldada por la aplicación de un fuerte anclaje fiscal”.

Mientras no se pronuncie el board del Fondo, no se conocerá si el Gobierno tendrá éxito con el cumplimiento de las metas exigidas. En caso de lograrlo, el FMI realizará un nuevo desembolso, que se sumará a las reservas, y en esta oportunidad sería de USD 2.000 millones.

Las exigencias del FMI y las políticas financieras dictadas por el ministro Caputo son un nuevo ataque contra las necesidades de la mayoría. La hoja de ruta económica, orquestada por el Fondo y ejecutada por los libertarios, consolida un modelo de saqueo, donde el Estado subsidia a los especuladores mientras las mayorías enfrentan tarifazos, despidos y caídas del poder adquisitivo. Sin cambios estructurales, el ajuste que sufren los trabajadores promete profundizarse.

Solo una política de ruptura con este organismo internacional podría frenar esta dinámica de ajuste violento contra los trabajadores. El desconocimiento de esta estafa permitiría destinar los recursos que hoy se fugan a otras prioridades. En lugar de pagar una deuda ilegítima y fraudulenta, ese flujo de divisas podría utilizarse en función de las necesidades de la mayoría trabajadora.

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