25, septiembre, 2025

Milei en otra vida: cuando estaba en contra de pedirle plata al FMI

“Si el Fondo Monetario Internacional continua con esta conducta de regalarle plata al gobierno para que la rifen intentando controlar el precio del dólar, los argentinos tendremos que revisar nuestro compromiso con el Fondo. No podemos seguir sosteniendo este modelo a costa de generaciones futuras. VLLC”, fue el posteo en X, que recientemente se volvió a viralizar en redes sociales, atribuido a Javier Milei cuando desarrollaba su campaña presidencial en julio de 2023.

En aquella época, el economista despotricaba contra la gestión económica de la cartera de Sergio Massa en la presidencia de Alberto Fernández. En ese punto, cuando Milei competía como candidato en 2023, su discurso sobre el Fondo Monetario Internacional fue de rechazo y descalificación reiterada. Calificó los programas del FMI como insuficientes y a los funcionarios del organismo como “burócratas” que no atacan el problema de fondo, y sostuvo que su propio plan económico sería más duro y exigiría ajustes mayores que los reclamados por la entidad.

Esa postura pública —recogida por entrevistas y coberturas de la campaña— lo colocó como el candidato que prometía cortar con la vieja lógica de los acuerdos de financiamiento y criticar la dependencia externa que, según él, había perpetuado la vulnerabilidad económica nacional. En la campaña de LLA vinculó los préstamos al gobierno de Alberto Fernández con la mala praxis política de siempre: describió las refinanciaciones como arreglos que no corregían incentivos.

Según el economista libertario, el FMI “no arregla” problemas estructurales y advirtió que las asistencias terminaban en subsidios clientelares o en avalar gobiernos que no recortan gasto. Los medios nacionales relataron cómo esos mensajes fueron parte central de su oferta electoral, con apelaciones al electorado sobre la necesidad de una “terapia de shock” en las cuentas públicas.

Sin embargo, el primero de los grandes logros de la gestión económica fue el acuerdo con el organismo comandado por Kristalina Gueorguieva para obtener un préstamo de USD 20.000 millones bajo la modalidad de Facilidad Extendida de Fondos (EFF). El monto se estableció a comienzos de 2025, con la intención de proveer financiamiento fresco para dar respaldo al plan de estabilización, reforzar reservas internacionales y facilitar la normalización de los mercados cambiarios. Ese trato incluye una estructura con plazos para un término de diez años, con un período de gracia de cuatro años y medio para el repago del capital. Parte de los fondos se destinarán a cancelar deuda del Tesoro que está en manos del Banco Central, así como obligaciones vigentes con el propio FMI. 

En cuanto al desembolso, se pactó que USD 15.000 millones de esos 20.000 millones sean de libre disponibilidad en 2025, con pagos parciales iniciales más urgentes.Una consecuencia importante del acuerdo ha sido el compromiso oficial del gobierno de eliminar o relajar profundamente el “cepo cambiario” y avanzar hacia un régimen cambiario más flexible, lo que era un punto central de las negociaciones con el FMI. Sin embargo , la intervención en el mercado para controlar la cotización de la divisa fue una constante en la gestión económica del gobierno nacional.  

Pese a aquel diagnóstico crítico, en la actualidad y ya siendo presidente, Milei viajó a Estados Unidos para reunirse con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, en busca de apoyo financiero y político que complemente las gestiones ante el FMI. Fuentes periodísticas resaltaron que la visita persigue concretar garantías —desde declaraciones que respalden la estabilidad cambiaria hasta posibles líneas de swap o compras de activos— que ayuden a calmar al mercado y a reforzar las reservas en un momento de tensión cambiaria. La gira, más que un gesto simbólico, fue presentado por el oficialismo como una gestión práctica para asegurar liquidez mientras se negocian los términos técnicos con otros acreedores.

Por otra parte, lejos de la retórica preelectoral de hace dos años, la relación actual del líder de LLA con el FMI es, por ahora, la de un programa formal en seguimiento pero con fricciones políticas. El Ejecutivo negocia metas y desembolsos mientras enfrenta críticas internas sobre la forma en que se avanzó. Al mismo tiempo, el acuerdo con el FMI sigue siendo una pieza central para recomponer reservas y dar señales de sostenibilidad fiscal; las revisiones y desembolsos condicionan la capacidad de Argentina para mostrar resultados macroeconómicos que reduzcan la necesidad de apoyos externos adicionales.

El contraste entre las críticas de Milei a los préstamos del FMI en 2023 y su discurso actual, revela la tensión entre un diagnóstico ideológico electoralista y la inevitable praxis gubernamental, que requiere amarras financieras externas para poder controlar el tipo de cambio y evitar desbordes en el corto plazo. Por eso la reunión con Scott Bessent, busca nuevas herramientas concretas que permitan a la Casa Rosada transitar el ajuste y las reformas sin una salida desordenada del mercado cambiario, al tiempo que mantiene abiertas las negociaciones técnicas con el Fondo.

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