El radicalismo bonaerense tiene una nueva centralidad en la provincia de Buenos Aires. Faltan cuatro meses para las elecciones legislativas del 7 de septiembre, pero los tiempos comenzaron a acelerarse por las definiciones del calendario electoral. La UCR a nivel nacional transita un estado asambleario, porque su conducción no logra liderar a los sectores que buscan negociar alianzas electorales con La Libertad Avanza en distintas provincias. Tanta es la tensión que este año no habrá Convención Nacional para definir esa orientación. Los pactos quedarán en manos de los comités provinciales y los debates tomaron otra dimensión desde el 18 de mayo, cuando el PRO afrontó una derrota histórica en las elecciones porteñas para la Legislatura. El partido amarillo quedó tercero en el distrito que gobierna desde 2007, detrás de una victoria del Gobierno que lo fortaleció, con un impacto directo en los demás distritos, especialmente para los exsocios de Juntos por el Cambio.
El dato fue elaborado este miércoles por los 27 intendentes bonaerenses que tiene la UCR. La conducción del partido comenzó un proceso de consultas sobre el esquema de alianzas que pueden explorar para los comicios de septiembre. Fue el tema principal entre los intendentes radicales que se reunieron en La Plata, convocados por el Comité de Contigencia que encabezan el titular del partido provincial, Miguel Fernández y el presidente de la convención bonaerense, Pablo Domenichini. Ambos tienen que moverse entre el sector del partido que busca cerrar un acuerdo con el PRO y LLA, liderado por el senador Maximiliano Abad, y los que se resisten a perder autonomía, encarnados a nivel nacional por Martín Lousteau. El senador porteño preside el Comité Nacional, pero afronta un momento de debilidad desde el 18 de mayo, porque UCR Evolución no logró meter ningún candidato. El resultado porteño dañó la influencia que puede tener Lousteau. Sin embargo, las consecuencias son menos dañinas que la situación que experimenta el PRO.
“A nosotros no nos gusta que nos manoseen, no nos han llamado ni se han puesto en contacto con nosotros. Nosotros no queremos ir detrás de los demás, los que se quieran acercar, los vamos a recibir y vamos a conversar”, dijo Fernández para marcarle la cancha al PRO en la negociación bonaerense, pero también a LLA. En el partido apuntan a Karina Milei. Señalan que no le dio ningún lugar en las listas a los radicales con peluca de distintas provincias y esa posición secundaria también alimenta las dudas sobre el espacio que pueden tener junto a los libertarios.
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