16, septiembre, 2024
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    Javier Milei prepara el veto a la suba de jubilaciones, pero depende del PRO para imponerse

    Decidido a vetar totalmente la ley que dispuso un aumento para las jubilaciones, el presidente Javier Milei se encamina a un pulseada con el Congreso que se anticipa difícil pero que podría reportarle un triunfo político después de una seguidilla de derrotas parlamentarias, si es que el PRO que lidera Mauricio Macri vuelve a darle al Gobierno el apoyo que hasta ahora le escatimó.

    Luego del veto, que según el vocero presidencial, Manuel Adorni, “va a ser total” y no parcial como había trascendido en un primer momento, la ley que aprobó el Senado la semana pasada por impulso de la oposición tendrá que volver a la Cámara de Diputados para una nueva discusión que definirá si se impone la voluntad del parlamento de aumentar y subir el piso de los haberes o el veto de Milei fundado en la necesidad de cuidar el equilibrio fiscal.

    En ese contexto, el oficialismo necesita impedir que los bloques de la oposición que consensuaron y aprobaron la ley alcancen nuevamente una mayoría de dos tercios en cada una de las Cámaras. En el caso de Diputados la llave para eso parece tenerla hoy el PRO, que mostró una postura zigzagueante en los últimos días, en parte debido a la tensión entre Macri y el círculo cercano a Milei.

    Durante el fin de semana, el partido amarillo señaló que a pesar de que sus senadores votaron a favor en general de la ley -a diferencia de sus diputados, que en junio habían acompañado a los libertarios en el rechazo- apoyará el veto presidencial. De mantener esa postura Diputados, a la oposición le será mucho más difícil insistir con la norma y anular la decisión del mandatario, que podría salir airoso de la pelea parlamentaria.

    Jubilaciones: ¿cuál es el escenario para el veto de Milei?: la importancia del PRO

    En junio los bloques de la UCR, Encuentro Federal y otros lograron darle media sanción al proyecto en la Cámara baja con 160 votos a favor, 72 en contra y 8 abstenciones. Con esto hubo una mayoría de dos tercios que preanunció la capacidad para resistir el eventual veto de Milei. Sin embargo, para ello fueron clave los 16 ausentes que hubo en la votación. Buena parte de ellos fueron del PRO.

    Sin embargo, si al momento de volver a discutir el tema de las jubilaciones estuvieran presentes los 257 diputados, se necesitarían 171 votos a favor de la ley para tener una mayoría de dos tercios y desestimar el veto de Milei. Y si los 37 diputados del PRO apoyan al Gobierno, el resto de la oposición podría reunir en el mejor de los casos 168 voluntades.

    A ese número llegarían con la totalidad de la UCR (34), Encuentro Federal (16), Coalición Cívica (6), Innovación Federal (8), de Unión por la Patria (99) y los cinco del Frente de Izquierda. Si bien quedarían a solo tres votos, sin el PRO -que en junio “ayudó” con las ausencias- la balanza se inclinaría levemente a favor del Gobierno.

    En tanto, el oficialismo podría reunir 78 voluntades entre el bloque de La Libertad Avanza, el PRO y el MID (el espacio que armó Oscar Zago tras ser desplazado de la conducción de la bancada libertaria) y necesitaría 87 para bloquear los dos tercios si estuvieran todos los diputados presentes al momento de votar.

    En ese escenario, serán clave los dos diputados santacruceños que responden al gobernador Claudio Vidal, el voto del Movimiento Popular Neuquino (MPN) y también los dos de Buenos Aires Libre, la bancada de Carolina Píparo que semanas atrás también hizo saber al oficialismo que ahora son “oposición dialoguista”, lo que significa que con ellos también deben negociar ley por ley.

    ¿Qué pasa en el Senado y por qué la “llave” estará en Diputados?

    A esto se le suma que, como ocurrió en junio, las ausencias serán clave según dónde se den: si es en los bloques que se cuentan como voto a favor de la ley, la dificultad de llegar a los dos tercios crece. Por ello en Diputados creen que la Casa Rosada “va a presionar a los gobernadores” que tallan en la UCR y otros espacios de la oposición dialoguista, según deslizó una fuente de ese variopinto sector a iProfesional.

    En esa negociación probablemente se meterá el reclamo por la deuda que mantiene la Nación con las cajas jubilatorias provinciales no transferidas a la ANSES, un tema que se incluyó en la ley que el Presidente se dispone a vetar. Pero además, está latente la advertencia de que si el Congreso ratifica la norma el Ejecutivo hará recortes en otras áreas para hacer frente al aumento de las jubilaciones sin afectar el plan de “déficit cero” y algunas provincias podrían verse afectadas.

    Con todo ese contexto, en la Cámara baja estarán atentos a posibles fugas en la bancada de Unión por la Patria o incluso en Innovación Federal y el bloque de Miguel Pichetto, que suelen jugar en tándem pero no tienen una conducción totalmente vertical y algunos de sus diputados responden a gobernadores con los que la Casa Rosada dialogará.

    En tanto, en el Senado también la ley se aprobó con una mayoría de dos tercios que incluyó al PRO, que votó en contra de los artículos más resistidos por el Gobierno pero a favor en general y se encontró con cuestionamientos del propio Milei al rol de Macri -de quien dijo que “o no maneja la tropa o la tropa no entiende”- luego de que el ex presidente desconcertara a todos al apoyar la decisión de vetar.

    El cuadro de situación en el Senado no cambiaría si el bloque que encabeza Luis Juez se bajara de la movida opositora, porque los votos a favor caerían a 54 o 55, mucho más que los dos tercios del total (48 sobre 72). Sin embargo, para anular un veto presidencial se necesita que las dos Cámaras insistan con la ley con una mayoría de dos tercios. Así, la postura del PRO en Diputados puede ser determinante para la pulseada que libra Milei con el Congreso.

    Milei, decidido a ir a fondo: ¿cuál es la discusión detrás del veto?

    En su habitual conferencia de prensa matutina Adorni aseguró este lunes que “el veto va a ser total” y que “la decisión del Presidente está tomada”, al tiempo que remarcó que “no hay ningún tipo de negociación con respecto a absolutamente nada”. Con esto, el Gobierno intenta ahuyentar las versiones sobre la posibilidad de que el veto sea solo sobre algunos artículos, una idea que se llegó a evaluar en el entorno de Milei.

    Durante el debate en el Senado, el oficialismo había aceptado el aumento de 8,1% sobre las jubilaciones para cubrir la inflación de enero (que el decreto de Milei contempló solo en parte) y rechazado tres artículos puntuales: el que da seis meses de plazo para pagar la deuda con las provincias, el que fija un piso para los haberes igual al valor de la canasta básica de un adulto multiplicado por 1,09 y el que otorga un aumento anual por variación de precios y salarios.

    Esto fue lo que utilizó Juez como argumento para explicar que el PRO votó a favor en general en el Senado pero en contra de esos tres artículos “porque el Gobierno dijo que lo ponían en quebranto”. En esa línea, el jefe del bloque advirtió que “los funcionarios deberán explicarle al Presidente qué estrategia se dio en el Senado” para defenderse de las críticas de Milei.

    Sin embargo, según supo iProfesional en el seno del Gobierno también hubo funcionarios que sugirieron un veto parcial, entre ellos el asesor Santiago Caputo. Fueron el ministro Federico Sturzenegger y el diputado José Luis Espert, que sintetizan el ala economicista “dura” del Gobierno, quienes convencieron al Presidente de vetar totalmente la ley.

    En ese contexto, durante el fin de semana corrió la versión de que algunos legisladores de la oposición dialoguista intentan convencer al Gobierno de que el veto parcial sería la mejor opción para evitar una nueva pelea parlamentaria. Adorni salió a cortar de cuajo con esos trascendidos.

    Así, Javier Milei se encamina a aplicar un veto total una vez que la ley que dispuso el aumento de las jubilaciones sea oficialmente remitida por el Senado al Poder Ejecutivo -tendrá 10 días de plazo- confiado en poder dar vuelta el escenario que dejó el Congreso tras la votación, aunque para ello necesitará sí o sí el apoyo del PRO y un “poroteo” preciso sobre la Cámara de Diputados. Final abierto.

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