El fallo que bloqueó la llegada de Ariel Lijo a la Corte Suprema dejó descolocado a Santiago Caputo, al que le costó asimilar el voto en contra de su promovido Manuel García Mansilla.
El asesor estrella de Milei quedó golpeado porque García Mansilla tardó apenas una semana en salir fuertemente a tomar distancia del gobierno, aunque en tribunales creían que en principio podría excusarse en esta votación.
Fuentes del gobierno contaron a LPO que Caputo estaba tan golpeado que durante largos minutos negaba que el fallo fuera real, aunque el texto ya había trascendido públicamente y estaba en las portadas de todos los medios.
Periodistas de la Sala de Prensa de la Casa Rosada le consultaron a Caputo sobre la decisión de la Corte, pero el asesor monotributista negó que existiera y la atribuyó a “una operación de Rosatti”.
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En la Corte Suprema y los tribunales federales se enteraron de que Caputo estaba negando el fallo y se lo tomaron en gracia. Un camarista federal ironizó ante LPO: “son los mismos que decían que Lijo tenía los dos tercios”.
El desconcierto de Caputo deja en evidencia que García Mansilla decidió tomar distancia del gobierno y ni siquiera le avisó al viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, que la semana pasada estuvo en su jura. Amerio es la mano derecha de Caputo.