Hace 35 años, un pequeño pueblo en el estado de Washington se sumergía en una oscuridad tan profunda como sus densos bosques de pinos. El 8 de abril de 1990, el mundo presenciaba el estreno de Twin Peaks, una serie que no solo revolucionaría la televisión, sino que también dejaría una huella imborrable en la cultura popular, consolidando al recordado David Lynch, como un visionario narrador de lo onírico y lo macabro.
Antes de adentrarnos en el misterio de “¿Quién mató a Laura Palmer?”, es crucial recordar el universo cinematográfico que Lynch había construido hasta entonces. Películas como Eraserhead (1977), un debut surrealista y perturbador, ya mostraban su fascinación por lo grotesco y lo abstracto. El Hombre Elefante (1980) reveló su sensibilidad para explorar la humanidad en medio de la deformidad, mientras que Dune (1984), aunque un proyecto de gran escala con resultados mixtos, evidenció su ambición estética. Blue Velvet (1986), con su inquietante exploración de la oscuridad oculta bajo la fachada de la vida suburbana, sentó las bases temáticas y estilísticas que resonarían con fuerza en Twin Peaks.
Twin Peaks, la serie que revolucionó la televisión
La llegada de Twin Peaks a la pantalla chica a través de la señal estadounidense ABC fue un auténtico terremoto. En una época dominada por los dramas policiales convencionales y las sitcoms familiares, la serie irrumpió con una propuesta audaz y desconcertante. La mezcla de misterio de asesinato, elementos sobrenaturales, humor negro y personajes excéntricos cautivó a una audiencia ávida de algo diferente.
La premisa de la trama era la siguiente: “La serie sigue la historia del agente del F.B.I. Dale Cooper, que es enviado al pueblo ficticio de Twin Peaks (Washington) para investigar el asesinato de la popular y respetada estudiante de secundaria Laura Palmer”.
El impacto en la cultura popular fue inmediato y palpable. La pregunta “¿Quién mató a Laura Palmer?” se convirtió en un mantra nacional en Estados Unidos, generando debates, teorías y hasta parodias en otros programas. La estética de la serie, con sus paisajes melancólicos, la ambientación retro y el vestuario característico, influyó en la moda y el diseño. El consumo de café negro y pastel de cereza se disparó, convirtiéndose en símbolos icónicos de la serie. Twin Peaks demostró que la televisión podía ser arte, que podía explorar la ambigüedad moral y adentrarse en las profundidades de la psique humana.
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“Bienvenidos a Twin Peaks”, parte de la icónica introducción de la serie.
Un elemento fundamental e inseparable del universo de Twin Peaks es su banda sonora, compuesta por Angelo Badalamenti. Su música melancólica, etérea y a menudo inquietante, se convirtió en un personaje más de la serie.
El icónico tema principal, con su atmósfera onírica y su ritmo hipnótico, es instantáneamente reconocible y evoca la sensación de misterio y belleza que impregna la serie. Badalamenti supo crear una paleta sonora que complementaba a la perfección las imágenes de Lynch, intensificando las emociones y sumergiendo al espectador en el peculiar ambiente de Twin Peaks. Su colaboración se extendió a lo largo de toda la franquicia, incluyendo la película y la continuación de 2017, manteniendo una coherencia sonora inigualable.
El elenco de Twin Peaks fue otro de sus grandes aciertos. Kyle MacLachlan como el excéntrico y carismático agente especial del FBI Dale Cooper se convirtió en el rostro de la serie, con su fascinación por el café, las donas y su peculiar método de investigación. Lo acompañaba un elenco memorable de personajes interpretados por actores talentosos como Sheryl Lee (la trágica Laura Palmer), Michael Ontkean (el sheriff Harry S. Truman), Mädchen Amick (Shelly Johnson), Dana Ashbrook (Bobby Briggs), Peggy Lipton (Norma Jennings), James Marshall (James Hurley), el propio David Lynch (el Agente Regional del FBI Gordon Cole) y muchos otros, cada uno aportando una capa de complejidad y peculiaridad al tejido narrativo.
El universo de Twin Peaks después de Twin Peaks
En 1992, Lynch dirigió Twin Peaks: Fire Walk with Me, una película que funcionó como precuela y epílogo de la serie original y que tuvo la recordada participación de David Bowie como el agente Phillip Jeffries. Lejos de resolver todos los misterios, la película profundizó en la oscuridad que rodeaba a Laura Palmer, ofreciendo una visión más visceral y perturbadora de su vida y su trágico destino. Aunque inicialmente dividió a la crítica y a los fans, con el tiempo ha sido reevaluada como una pieza clave para comprender la complejidad del universo de Twin Peaks.
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La habitación roja, también conocida como “la sala de espera”, uno de los escenarios claves de Twin Peaks.
Después de más de dos décadas de ausencia, Twin Peaks regresó en 2017 con Twin Peaks: The Return, una continuación de 18 episodios que desafió aún más las expectativas. Lynch, con un control creativo total, expandió el universo de la serie de formas inesperadas y a menudo desconcertantes, explorando temas de identidad, tiempo y realidad con una audacia cinematográfica inigualable. La continuación no buscó la nostalgia fácil, sino que se atrevió a llevar la narrativa a lugares oscuros y abstractos, reafirmando la visión única y la capacidad de Lynch para sorprender y provocar.
Además de la película y la serie continuación se han escrito numerosos libros inspirados en Twin Peaks. Durante la emisión de la segunda temporada, Pocket Books editó tres relacionados con la serie, escritos por los autores o sus familiares y que ofrecían numerosa información sobre esta. “The autobiography of F.B.I. Special agent Dale Cooper: My life, My tapes”, 1991: escrito por el hermano de Mark Frost, Scott Frost; “The secret diary of Laura Palmer”, escrito por la hija de David Lynch, Jennifer Lynch, en 1990 y “Twin Peaks: An access guide to the town”, de 1991, es el más humorístico de los libros. Es una parodia a la típica guía del viajero, publicada por la Cámara de comercio de Twin Peaks. Más tarde llegó “The Secret History of Twin Peaks” (2016), escrito por Mark Frost y narra los eventos posteriores al cliffhanger final de la segunda temporada hasta la serie continuación de 2017.
El Legado de Twin Peaks
La forma de hacer series de televisión cambió radicalmente después de Twin Peaks. Rompió con la estructura episódica tradicional, introduciendo arcos narrativos complejos y personajes con motivaciones ambiguas. Abrió la puerta a la experimentación formal y narrativa, inspirando a una nueva generación de creadores a desafiar los límites del medio.
Series posteriores como Los Expedientes Secretos X, Los Soprano, Lost y muchas otras, reconocen la deuda que tienen con la audacia y la innovación de Twin Peaks. La noción de la “serie de autor” ganó fuerza, reconociendo el papel fundamental del creador en la visión y el estilo de la producción.
A 35 años de su estreno, Twin Peaks sigue siendo una obra seminal de la televisión. Su influencia perdura en la forma en que se conciben y se realizan las series, en la manera en que se abordan los misterios y en la creación de atmósferas oníricas y personajes inolvidables. En una época dónde la búsqueda del inmediato éxito comercial prevalece, su legado es un testimonio del poder de la visión artística y de la capacidad de la televisión para trascender el entretenimiento y convertirse en una forma de arte provocadora y duradera.
Twin Peaks está disponible para ver a través de Mercado Play.