Los accidentes ocurren, a veces se pierde el agarre de las cosas y estas caen al piso. El problema es cuando se trata de comida recién empezada o de un antojo que se quería saciar. Para estos casos existe la denominada regla de los cinco segundos, la cual indica que no hay problema en comer algo que haya tocado el piso, siempre y cuando se recoja rápidamente.
De acuerdo con la hipótesis, ese tiempo se estipula para evitar que las bacterias de la superficie se adhieran a la comida. Mientras menor sea el contacto, se podrá consumir sin ningún riesgo. Pero, ¿qué dice la ciencia al respecto?
Donald Schaffner, un científico de alimentos de la Universidad Rutgers, llevó a cabo un experimento bajo distintas condiciones para poner a prueba la teoría. Previo a su estudio, Paul Dawson de la Universidad Clemson realizó un experimento sobre el tema en 2007. Sin embargo, solo se enfocó en cuánto tiempo podrían sobrevivir las bacterias.
“Cuando los comestibles se dejaron caer sobre madera o baldosas y se dejaron allí durante cinco segundos, entre el 48 por ciento y el 70 por ciento de las bacterias del suelo llegaron a la comida”, determinó Dawson.
Los resultados más recientes sobre la regla fueron publicados en el diario Microbiología Aplicada y Ambiental. Schaffner encontró que una gran cantidad de bacterias se adherían a los alimentos en el mismo instante que tocaban el suelo.
La comida húmeda, como la sandía, contraía muchos más gérmenes que los alimentos secos, como el pan o gomitas. También, identificaron que las superficies alfombradas absorbían menos microorganismos que las baldosas.
De esta forma, se pudo concluir que la regla de los cinco segundos no era más que un mito. No obstante, existen varios factores para determinar el riesgo de comer algo que haya caído al piso. “Si está en un hospital y se le cae algo, probablemente no querrá comérselo”, indicó Dawson.
También añadió que, si usted tiene un sistema inmunitario sano, lo más probable es que no haya problema en consumir una galleta que tenga un poco de polvo del piso y unas cuantas bacterias.
El rol principal de este sistema es proteger el cuerpo de sustancias dañinas, gérmenes y cambios celulares que podrían enfermarlo. Otra de sus funciones es reconocer y responder a los antígenos. “Son sustancias, por lo general proteínas, que se encuentran en la superficie de las células, los virus, los hongos o las bacterias”, explicó MedlinePlus’
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades compartió seis consejos para asegurar la protección del sistema inmunitario:
Por Sofía Arias Martínez
EL TIEMPO (GDA)