Durante el día de ayer, Ricardo Daniel Carías, más conocido como “La Tota” Santillán, fue encontrado muerto en su casa de Ituzaingó, en la provincia de Buenos Aires. Tenía 57 años. Este lunes, luego de que trascendiera la noticia, se conocieron algunos detalles más de la escena: hacía varios días que su familia no podía encontrarlo y su cuerpo estaba quemado. Este mediodía, además, fuentes judiciales dieron a conocer los resultados preliminares de la autopsia.
Según la investigación, a cargo del fiscal Patricio Ventrichelli, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 2 de Ituzaingó que depende de la Fiscalía General de Morón, el histórico conductor del programa de televisión Pasión de Sábado murió asfixiado. Además, la autopsia arrojó como resultado que Santillán tenía el 90 por ciento del cuerpo quemado y que no había signos de violencia.
Según el parte policial al que accedió LA NACIÓN, al conductor, un personaje célebre de la movida tropical, lo encontraron tirado en el piso, muerto y con quemaduras aparentemente provocadas por un posible foco ígneo. Los peritos científicos encontraron en el lugar, cerca de donde estaba el cuerpo del artista, una botella de líquido inflamable y gran cantidad de fósforos.
Fueron los efectivos de la comisaría 7a. de Morón los que se acercaron a una vivienda ubicada en García y Tucumán en respuesta a un pedido de la familia de Santillán: habían llamado al 911 porque hacía varios días que no lo veían. Además, la preocupación por el amigo y representante de Rodrigo Bueno creció cuando notaron que tampoco respondía el teléfono, que se escuchaba sonar desde el interior del inmueble.
En ese momento y con el aval del fiscal Patricio Ventricelli, los efectivos forzaron la puerta y lograron ingresar al domicilio junto a varios testigos. En el interior de la casa se encontraba el artista, tirado en el suelo ya muerto. “Personal de la Policía Científica que se acercó a lugar informó que Santillán no presentaba heridas ajenas a quemaduras”, se indicó en el parte.
“Amistades [de la víctima] manifestaron que era bipolar, que se encontraba muy depresivo por problemas económicos y por la condena que había recibido por causa de género, y que el año pasado atentó contra su vida intentando cortarse las venas”, se agregó en el parte. El fiscal Ventricelli solicitó que el cuerpo de Santillán sea sometido a una autopsia para determinar las causas fehacientes del deceso.
La palabra de su abogado
Juan Pablo Merlo, abogado de la “Tota” Santillán, dio esta mañana más detalles de cómo fue encontrado el cuerpo. Dijo que cuando ingresaron a la propiedad lo hallaron sentado en un sillón, “como quemado”. “Anoche, estábamos con el fiscal para ver si hubo un desperfecto. Él venía reclamando, según me contaron los familiares, que había un problema, que le había dicho a la propietaria. No sabemos si fue un accidente”, dijo el letrado en diálogo con radio Continental.
Merlo indicó, a su vez, que el sillón donde estaba sentado el presentador de música tropical estaba incinerado. “Me parece que eso fue producto de la descarga eléctrica. Lo raro es que en cualquier propiedad lo primero que pasa cuando hay una descarga es que salta la térmica. Él estaba abajo y en la parte de arriba hay un aire acondicionado que hasta se ve como si se hubiera incendiado”, agregó.
Al ser consultado por si cree que Santillán se podría haber suicidado, Merlo dijo que no se descarta ninguna hipótesis. “Para nosotros, por lo que intuimos, podría haber sido un problema eléctrico, pero no se descarta nada. El tema de la enfermedad que tenía [bipolaridad, según detalló el abogado] uno nunca sabe. Tenía un acompañante terapéutico de lunes a viernes”, completó.
Santillán comenzó su carrera muy joven. Los clubes bailables y los eventos fueron su primer ámbito laboral: allí fueron sus primeras presentaciones y allí también forjó su estilo descontracturado. En la década de los 90, logró dar un salto de calidad en lo laboral de la mano de la televisión: se consolidó como conductor de programas vinculados, sobre todo, con la cumbia. Fue el rostro de exitosos ciclos televisivos como Pasión tropical y Pasión de sábado, un programa que se transformó en un hito de la música popular en el país.
Su trabajo relacionado con la música lo posicionó, además, como un aclamado productor musical que le abrió las puertas a diferentes grupos y artistas del género. También fue presentador del cantante cordobés de cuarteto Rodrigo Bueno y de Walter Olmos.
Santillán grabó además varios discos de cumbia y se presentó en diversos escenarios, aunque no alcanzó la misma popularidad como cantante que como conductor. Y la popularidad lo llevó a probarse en el mundo del teatro, en donde formó parte de elencos de comedias como Pobres, pero casi honradas y Hasta que la risa no se pare. Al mismo tiempo, es recordado por su participación en las dos primeras ediciones de “Cantando por un sueño”, el programa conducido por Marcelo Tinelli.
A lo largo de su carrera, atravesó problemas legales y de salud. En 2023 fue condenado a cinco años y medio de prisión acusado de ejercer violencia de género contra su expareja, Sol Fiasche, madre de sus dos hijas, por hechos que ocurrieron hace casi una década. Pese a que fue hallado culpable de los delitos de “amenazas agravadas por el uso de armas, lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja y por mediar violencia de género” en perjuicio de su expareja y de sus hijas Camila y Mía, durante su relación y luego de la separación, el animador no fue preso porque la sentencia no estaba firme.
Santillán también fue condenado por amenazas contra su exsuegro, por el hurto del teléfono celular de quien entonces era su contador y por “amenazas coactivas agravadas por compeler a una persona a hacer abandono de su residencia habitual o de trabajo” en perjuicio de una empleada de su expareja. También era padre de Leandro y Daniela, producto de una relación anterior.
LA NACION