La reina Máxima Zorreguieta tiene un estilo muy marcado a la hora de vestirse. Es común verla con elegantes conjuntos de blazer y pantalón, vestidos de gala, blusas y polleras. Si bien normalmente opta por looks monocromáticos en tonos rojos, azules y marrones, cada tanto rompe con este patrón y decide llevar llamativos estampados, ya sean florales o animal print.
Justamente esta semana, para una actividad en el Palacio Noordeinde, en La Haya, junto a su marido, el rey Guillermo Alejandro, la reina se robó todas las miradas con el vestido que llevó. Si bien se trató de un modelo sencillo, todo el foco de atención estuvo en la espectacular estampa “tropical” del diseño.
A lo largo de los años quedó demostrado que la reina de los Países Bajos es una de las mayores impulsoras de la moda circular. En varias oportunidades le demostró a todos que no es necesario estrenar un outfit para cada evento, sino que las piezas se pueden reciclar y combinar con distintos accesorios y joyas. Si bien Zorreguieta tiene algunos looks que usa con mayor frecuencia, cada tanto reestrena piezas que probablemente más de uno olvidó que alguna vez llevó.
Esta semana, Zorreguieta encabezó una actividad junto a su marido. Se trató de un almuerzo que se realizó en el Palacio Noordeinde, una de las cuatro residencias de la realeza. Según indicó una publicación que realizó la casa Orange en redes sociales, hubo 28 invitados, incluidos campeones de natación en aguas libres, los ganadores del premio Young Captain Award y del premio Emmy internacional.
Los invitados recibieron premios y distinciones por sus logros en sectores de arte y cultura, medios de comunicación, ciencia, deportes y negocios. Los reyes oficiaron de anfitriones y mantuvieron profundas charlas con los presentes, sobre sus logros y carreras.
Para esta actividad “en casa”, la reina Máxima llevó un cómodo vestido midi manga larga en color rosa claro. Este diseño de crepé causó sensación por el espectacular y llamativo estampado: un paisaje tropical de playa en tonos amarillo, azul, anaranjado y amarillo, donde se plasmó desde el degradé del cielo, hasta las palmeras, la arena y el mar.
Según advirtió el perfil de Instagram especializado royalfashionpolice, la reina usó este diseño de Valentino en 2016. Así como en aquella oportunidad lo combinó con un sombrero bordó y zapatos azules, esta vez optó por llevar el cabello recogido en un rodete bajo sin ningún tipo de accesorio sobre la cabeza. Complementó la pieza con unos stilettos rojos y para la joyería eligió unos delicados aros colgantes dorados con detalles en azul y gris y algunos anillos y pulseras.
Lo cierto es que la reina no solo causó sensación por el estampado “veraniego” de su vestido, sino también porque, una vez más, demostró como la ropa puede tener una segunda vida.
Hace un par de días, la reina Máxima y el rey Guillermo viajaron a los Estados Unidos y visitaron los estados de Georgia y Nueva York. Durante una reunión con la gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, Zorreguieta, causó furor con un look al mejor estilo Jackie Kennedy.
Durante su estadía en la ciudad de Albany, la reina lució un vestido midi recto amarillo con encaje floral de la firma Natan Couture, un diseño que probablemente a más de uno le recordó los looks que llevaba Jackie Kennedy cuando era primera dama de los Estados Unidos. Estas similitudes se acentuaron aún más con el tocado que llevó Máxima: un sombrero amarillo de la firma Fabienne Delvigne. Se trató de un modelo similar a los pillowbox que popularizó Jackie Kennedy hace más de 60 años y que varias integrantes de la realeza incluyeron en sus guardarropas.
LA NACION