Luego de interpretar Panic Show, de La Renga, el presidente Javier Milei comenzó la presentación de su libro Capitalismo, socialismo y la trampa neoclásica en el estadio Luna Park ante una multitud de militantes y seguidores que se acercaron al lugar para ser parte del evento. En la apertura de su discurso, el mandatario agradeció a los presentes, en especial a su hermana Karina, y se refirió a las autoridades de la Feria del Libro tras la polémica que derivó en el actual show.
-Estamos festejando la fiesta de la libertad.
– Hay que darle las gracias al presidente de la Fundación Feria del Libro, que con el intento de boicot nos regaló esta fiesta.
-Muchas gracias, kirchneristas.
– En el fondo, vengo a hablar de mi último libro.
-¿No les parece que ya tengo bastantes quilombos?
-Mi libro es bueno, pero mejor es el de Federico (Sturzenegger).
-El monopolio es malo cuando el que está en el medio es el Estado, por lo tanto el problema sigue siendo el maldito Estado.
-Milton Friedman decía que, a menudo la solución del Estado a una falla de mercado es una solución mucho peor… Vaya que tenemos un buen ejemplo con Argentina.
-Me fui a papá… a vos no -dijo mirando a sus padres-a Adam Smith… el padre de la criatura está ahí . Y la mamá también.
-Si está la intervención del Estado, el problema no es el marcado, el problema no es la gente, el problema son los políticos.
-Los salarios reales se destruían y la gente se moría de hambre, ¿cómo se le ocurrió A (Thomas Robert) Malthus Corregir esto? Con control de natalidad, cuyas versiones modernas son los aborteros.
-Los que se creen tan avanzados con la agenda del aborto, es una agenda de más de tres mil años y es una agenda absolutamente asesina por un par de salames que hicieron mal las cuentas. Ah, pero el señor Milei es un negacionista de la ciencia…
-Los rojitos no aprendieron.
-Apareció un señor nefasto, de izquierda, que se llamaba [Benito] Mussolini, que declara que odia el liberalismo, que dentro del Estado todo y fuera del Estado nada.
-Cuando leí el libro ‘Teoría del valor’, casi que lo disfruté más que mi primera revista Playboy.
-Tenemos que pelear contra el maldito socialismo.
LA NACION