La muerte de Ozzy Osbourne, confirmada este martes a los 76 años, conmueve al mundo de la música y resuena con fuerza en Argentina, donde el ícono del heavy metal forjó un vínculo inquebrantable con el público local. Su increíble legado trascendió fronteras, con una relación con la audiencia de nuestro país que se mantuvo vigente durante más de dos décadas.
El “Príncipe de las Tinieblas”, ícono absoluto del heavy metal mundial, visitó el país en seis ocasiones a lo largo de su carrera: cuatro veces como solista y dos junto a Black Sabbath, en giras que quedaron grabadas a fuego entre los fanáticos locales.
Con recitales que fueron desde festivales multitudinarios hasta despedidas cargadas de emoción, Ozzy encontró en Argentina uno de los públicos más fieles y devotos de su carrera. Esta es la cronología completa de su paso por suelo argentino, donde siempre fue recibido como una leyenda viva del rock.
El primer rugido: Monsters of Rock y show en Obras
La primera visita de Ozzy al país ocurrió el 10 de septiembre de 1995, bajo el marco del festival Monsters of Rock, el cual se realizó en el Estadio Ferro. El cantante compartió la grilla junto a nombres de calibre internacional como Faith No More, Megadeth y Alice Cooper.
Dos días después, el británico ofreció un show solista en el mítico Estadio Obras Sanitarias, una fecha recordada con gran cariño por parte del público argentino. Allí presentó éxitos de su etapa como solista, así como también hits de Black Sabbath, como Paranoid, Children of the Grave y War Pigs.
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Ozzy Osbourne se presentó ante el público argentino en cinco ocasiones.
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Triunfal regreso en 2011 y el reencuentro con Black Sabbath
Después de 13 años, Ozzy regresó al país en 2008 para tocar en el Quilmes Rock, para después volver el 27 de marzo de 2011 como parte de su “Scream World Tour”. El show tuvo lugar en el Estadio GEBA, con más de 22 mil personas. Acompañado por músicos como Gus G. en guitarra y Tommy Clufetos en batería, recorrió tanto sus hits solistas como gemas de Black Sabbath.
La postal inolvidable de aquella noche fue casi cinematográfica: durante la interpretación de Crazy Train, un tren real pasó por detrás del escenario y quedó registrado como símbolo perfecto de ese recital. Para muchos, fue uno de los shows más potentes de su etapa solista.
Lejos de repetir tantos años de ausencia, el músico volvió al país en 2013, pero esta vez con el sueño cumplido para todos los presentes: el regreso de Black Sabbath.
Con Megadeth como invitados, la banda liderada por Osbourne se presentó el 6 de octubre en el Estadio Único de La Plata como parte de su “Reunion Tour”, presentando su disco “13”.
Acompañado por Tony Iommi y Geezer Butler, y con Clufetos en batería (en lugar de Bill Ward), el show fue una liturgia: temas como War Pigs, Snowblind, Iron Man y Children of the Grave fueron coreados como himnos por un estadio colmado, el cual terminó ovacionando a la agrupación sobre el final, cerrando una noche histórica.
El adiós: despedida con Sabbath y como solista
En noviembre de 2016, la banda regresó para su última gira: “The End Tour”. Se presentaron el 24 en Córdoba (Orfeo Superdomo) y el 26 en Buenos Aires (Estadio Vélez). Fue la última vez que Black Sabbath tocó en Argentina, con un Ozzy visiblemente emocionado por cerrar un ciclo que había comenzado más de cuatro décadas atrás.
Aquella noche en Vélez fue fría, pero el público lo abrazó con calor y entrega: fue una despedida sentida, más solemne, con un set centrado en la era Ozzy de la banda.
Dos años después, se dio la última ocasión en la cual Ozzy pisó suelo argentino, bajo el marco de su gira “No More Tours II”. El recital se realizó el 11 de mayo de 2018 en el Estadio Obras Outdoors, con una audiencia de aproximadamente 10.000 personas.
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Durante su visita en 2018, su esposa Sharon subió un video de Ozzy en plena acción con el público argentino: “¡Sus fanáticos son tan increíbles!”.
Con dificultades físicas pero el carisma intacto, Osbourne brindó una actuación emotiva y potente. Sonaron himnos como Mr. Crowley, Bark at the Moon, No More Tears y Mama I’m Coming Home. El cierre, como siempre, fue con Paranoid, en un final que pareció eterno. Nadie sabía si era la última vez, pero muchos lo intuyeron. Y lo vivieron como tal.
Un romance de multitudes
Más allá de los discos y los charts, Ozzy encontró en Argentina un amor genuino, con un público que no solo lo idolatró, sino que lo acompañó en cada etapa. Desde el delirio noventoso hasta la despedida resignada, cada visita fue distinta, pero todas compartieron algo: la certeza de estar ante una figura única, irrepetible, que hizo del exceso, el caos y la oscuridad un arte universal.
En una entrevista llevada a cabo en 2018 -previo a su visita en Obras- destacó a la audiencia argentina: “Son increíbles. El público es muy fanático de mis canciones. Para mí, en lo que tiene que ver con la música, son los mejores. Cada vez que estoy sobre el escenario en Buenos Aires trato de dar lo mejor”.
A pesar de su partida, el legado que construyó en la música durante décadas quedará intacto, y el público argentino recordará sus visitas, que fueron más que conciertos: fueron celebraciones de una devoción mutua. Su rugido seguirá sonando en los oídos de miles que alguna vez lo vieron gritar “I love you all” con los brazos abiertos y el corazón en carne viva.