El convencimiento y la eficacia que tiene bajo los tres palos dura los 90 minutos. Y se potencia después de terminado el partido. Emiliano Martínez volvió a ser la gran figura de la Argentina en uno de esos partidos en los que el fútbol no acompañó, los merecimientos no asomaban y los nervios se comieron no sólo a sus hinchas, sino también a los jugadores y al cuerpo técnico. Menos al arquero, claro.
Tras el empate 1 a 1, el arquero marplatense volvió a ser decisivo para que el actual campeón continental siga adelante en la Copa América y ahora espere al ganador del duelo que esta noche jugarán entre Canadá y Venezuela.
Y en esa fama de imbatibilidad que se ganó Dibu, los números empiezan a engrosar las virtudes en su lista de méritos. Las definiciones se suman una sobre otra y los récords empiezan a caer ante su prepotencia.
Con la victoria de ayer sobre Ecuador, en los cuartos de final, Martínez alcanzó los ocho penales atajados en series oficiales desde el punto de penal y, con eso, logró algo que parecía improbable: alcanzar la marca de Sergio Goycochea. Ya son ocho los penales que detuvo cada uno de ellos en definiciones con la selección argentina.
De esta última lista surge, además, el irreal porcentaje de penales atajados de Martínez. Es de 44%. Casi ciencia ficción. El de Sergio Goycochea es de 28%, y el del tercero, Sergio Romero, queda muy lejos (20%).
“No es lindo llegar a este tipo de instancias, pero cuando llegamos tenemos un poquito de ventaja…”, se envalentonó el arquero en la noche de Houston, tras su proeza. Parte de su éxito consiste en esa personalidad avasallante. Intimidante para los rivales. Y que vista con antipatía… si no fuera argentino. Cree que todo lo puede. Pero, ¿qué pasará el día que le toque perder? Bueno, mejor no preguntarlo por ahora.
En lo numérico hay un dato más en el que Martínez todavía no está en el tope de la lista. Un récord que aún conserva el histórico Goycochea.
Es cierto que ambos están invictos, pero Martínez recién acaba de ganar su cuarta definición, mientras que Goyco sumó cinco. El detalle es el siguiente:
Las series de Goycochea
Aunque sólo hay una serie más, la diferencia de remates recibidos es grandes (10) y se debe a la extensión de las tandas. Goycochea, por ejemplo, tuvo tres definiciones que llegaron al sexto penal (todas las de 1993, ante Dinamarca, Brasil y Colombia).
Martínez parece tener más control sobre la situación, ya que rara vez deja que sus adversarios lleguen a la quinta ejecución.
Este último récord es un gran dilema para los simpatizantes. Llegar a otra definición significaría revivir ese sufrimiento que encarnan todos los finales tan cerrados. Además, cuanto más se repita, más probabilidades habrán de que algún día la estadística cambie. No hay invictos para siempre. Pero Emiliano Martínez es tan testarudo que todo puede pasar. Mejor no proyectar el futuro. Y disfrutar del presente de un arquero que ya es uno de los máximos ídolos de la historia de la selección nacional.
LA NACION