En diálogo con Canal E, el especialista en derechos previsionales Eugenio Semino advirtió sobre las graves consecuencias del fin de la moratoria previsional y la falta de políticas públicas para los adultos mayores.
Fin de la moratoria previsional: un golpe a los más vulnerables
“Estamos realmente ante una situación de abuso y maltrato estructural de las personas mayores en Argentina”, denunció con firmeza el entrevistado, al ser consultado sobre el impacto del cese de la moratoria previsional.
La normativa que permitía a muchas personas sin los años suficientes de aportes acceder a una jubilación, fue sancionada en marzo de 2023 con una fecha de caducidad definida para marzo de 2025. Sin embargo, “el Ejecutivo decidió que no iba a propiciar ninguna prórroga”, lo que provocó la caída anticipada del beneficio.
Mujeres mayores, las más perjudicadas
Semino remarcó que la falta de prórroga afecta especialmente a las mujeres. “Las mujeres, a partir de los 60 años que la ley les permite jubilarse, no pudieron acceder al beneficio”, explicó.
Según datos de ANSES, solo entre el 20% y 30% de las mujeres alcanza los 30 años de aportes recién a los 64 años. Esto significa que, si no completaron el requisito legal, deben esperar a cumplir 65 años para recibir la Prestación Universal al Adulto Mayor (PUAM o CUAM).
“Lo que está ocurriendo es que este sector, al no poder ingresar al sistema previsional, queda condenado a esperar la PUAM”, afirmó el defensor.
La PUAM: un subsidio sin derechos previsionales
La Prestación Universal para el Adulto Mayor no se considera una jubilación formal, ya que no genera derecho a pensión. “No es un beneficio previsional, se extingue con la vida del beneficiario”, explicó Semino, diferenciándola claramente de una jubilación tradicional.
Consultado sobre si esta prestación podía considerarse un subsidio, respondió: “Enfermísticamente se puede considerar como un subsidio”, dejando en evidencia la precariedad jurídica del beneficio.
Casos de aportes incompletos: ¿hay salida?
Frente a la consulta sobre posibles excepciones para quienes tienen aportes pero no completan los 30 años por responsabilidad del empleador, Semino fue contundente: “Esta es la situación al día de hoy”, y reveló que muchos llegan a ANSES convencidos de tener los aportes completos, solo para descubrir que no pueden jubilarse.
En este contexto, resaltó lo dramático de muchos casos: “Tenemos personas que a los 65 años creen que pueden jubilarse y se enteran de que solo acceden a la PUAM”.
Ajustes miserables y sin proyección legislativa
Semino también criticó los haberes que perciben los beneficiarios. “Absolutamente miserable, absurdo”, expresó al referirse a los montos que cobrarán en julio, en el marco de un sistema que, además, no tiene en el corto plazo una solución legislativa: el Senado no trató las modificaciones propuestas por Diputados.
El panorama que trazó es sombrío y estructural. Sin prórroga de la moratoria, sin alternativas legislativas efectivas y con un sistema previsional excluyente, Semino concluyó: “El sistema político no atiende la verdadera situación de crisis humanitaria que está viviendo el sector”.