La decisión del Gobierno, anunciada por el secretario de Finanzas, de intervenir en el mercado cambiario con dólares del Tesoro, sacudió al mercado y confirmó lo que se sospechaba: las reservas ya estaban siendo utilizadas para frenar la escalada.
El economista Gabriel Camaño explica: “el Tesoro tiene depositados en el Banco Central poco más de 1700 millones de dólares. Ya se sabía que los estaban usando para intervenir y el anuncio terminó confirmando esa presunción”. Según precisó en Cadena 3, estos fondos tienen múltiples destinos: vencimientos con el FMI y pagos de deuda por más de 4.000 millones de dólares en 2026.
Los tres errores que agravaron la crisis cambiaria
La decisión de intervenir en el dólar se produce en un contexto de creciente tensión financiera: dificultades para cumplir metas de reservas, efectos de vencimientos próximos de deuda y presiones del mercado sobre los instrumentos monetarios existentes.
A esto se suman las complejidades derivadas de la cercanía electoral y los tropiezos en la gestión de políticas económicas, que dejaron al Gobierno con menos margen de maniobra frente a los desafíos cambiarios.
- 1. Agotamiento de instrumentos: Camaño señaló que el Gobierno fue perdiendo herramientas gradualmente: “Se fue agotando la tasa, se fue agotando la intervención en futuros y ahora necesitan sumar un nuevo instrumento que es intervenir dentro de la banda con los dólares del Tesoro”.
- 2. Suba de tasas y caída de la actividad: “La actividad ya se viene desacelerando antes de las tasas. La suba de tasas agrava una caída que empezó en marzo”, detalló. Según datos oficiales, la economía cayó 1,3% entre febrero y junio, y los indicadores de julio y agosto mostraron una profundización de la recesión.
- 3. Desorden en la política monetaria y cambiaria: El economista remarcó que la estrategia oficial “se viene desordenando casi desde el principio de este nuevo esquema”. La falta de acumulación de reservas en mayo y junio, pese a una liquidación récord del agro, sumada a choques con el FMI, dejaron al Gobierno “muy desarmado” en la previa electoral.
El factor electoral y el adelantamiento en Buenos Aires
A estos errores, Camaño agregó un elemento político que terminó impactando en la economía: “Fue un error táctico convertir a la elección de la provincia de Buenos Aires en las PASO”. El economista señaló que esta decisión expuso con mayor crudeza la fragilidad de la política cambiaria en pleno calendario electoral.
De cara a octubre, el consenso de analistas es que el esquema monetario actual está “agotado” y requerirá una reconfiguración, con un eje central en la acumulación de reservas. “Este esquema quedó muy manoseado. Este último anuncio es un manoseo más, porque se supone que no tenías que intervenir vendiendo dentro de la banda y ahora va a haber intervención dentro de la banda”, resumió Camaño.
Camaño también subrayó que la situación cambiaria no puede explicarse solo por factores económicos. Los tropiezos legislativos, las tensiones en las alianzas políticas y los costos internos de la estrategia electoral generaron un escenario de mayor fragilidad.
En este marco, el economista consideró que el mes y medio previo a las elecciones de octubre será crítico y que, más allá del resultado, existe consenso en que el actual esquema monetario y cambiario está agotado y deberá ser reconfigurado.
El Gobierno debería priorizar la acumulación de reservas para recuperar acceso al crédito internacional y afrontar los vencimientos de deuda de 2026 y años siguientes.