23, septiembre, 2025

Los dueños locales de Mercedes Benz lanzan una nueva versión de la Sprinter para exportarla a Brasil

Los nuevos dueños de Mercedes Benz Argentina, Prestige Auto, acaban de concretar un paso crucial puertas adentro de la empresa, que a la vez resulta clave para que la compañía con fábrica en Virrey del Pino vuelva a pisar fuerte en los mercados del exterior: va a comenzar a fabricar el utilitario Sprinter con caja automática, tras 29 años de producción solamente en versión manual.

Para quienes observan el sector automotor más desde fuera, lanzar una versión cuya única novedad es la caja de cambios de un vehículo podría ser poco más que un detalle. Pero en el caso de Mercedes Benz-Prestige se trata principalmente de una prueba piloto de la cual no había antecedente en la Argentina desde finales de la década de los ’90: un grupo local que se hace cargo de la producción de una marca multinacional automotriz, y que va obteniendo validaciones a nuevos modelos.

La última vez que grupos de capitales locales gestionaron fábricas automotrices con marcas multinacionales fue hace casi tres décadas: aquel ciclo finalizó cuando Franco Macri-SOCMA vendió a su casa matriz la planta de Peugeot Argentina en El Palomar y Manuel Antelo-CIADEA se desprendió de las acciones de Renault Argentina.

Ahora Prestige Auto, un grupo encabezado por el empresario de seguros Pablo Peralta y gestionada por el ex CEO de Toyota, Daniel Herrero, tiene a su cargo la planta de Mercedes Benz de la localidad de Virrey del Pino (La Matanza) y también la representación comercial para importar desde Alemania los autos de alta gama de la marca. Hace cuatro meses que se hicieron cargo de la planta, con un plan inicial de inversiones de US$ 100 millones, que incluyen el lanzamiento de la nueva versión de la Sprinter.

“La llegada de este primer prototipo con caja automática es un paso clave en nuestra estrategia productiva y comercial, que forma parte de lo que dijimos el primer día: fortalecer el proyecto industrial con productos y servicios de excelencia para nuestros clientes”, afirmó Herrero, a través de un comunicado.

Daniel Herrero, presidente y CEO de Prestige Auto.

Semanas atrás, el directivo había confirmado a Clarín que disponía de una orden de compra desde Brasil por 10.000 vehículos para 2026, a los cuales en los últimos días se agregaron pedidos de otros países por otras 1.000 unidades. Para la escala productiva de la planta de La Matanza es una cantidad significativa: al comenzar este año, cuando la fábrica todavía estaba en manos de Mercedes, las proyecciones de producción para este año eran de sólo 14.000 unidades y, tras el cambio de manos, la proyección para este año subió a 16.000 unidades.

La nueva versión fue presentada ante directivos de la casa matriz de Alemania, agregó el comunicado de Prestige. “Viajaron desde Alemania y Estados Unidos, en el marco del balance de los primeros cuatro meses de gestión de Prestige Auto”. Esa delegación incluyó un equipo de ingenieros especialistas en la gestión de proyectos internacionales y en la coordinación global con las distribuidoras de la marca.

La empresa confirmó además otro dato que Herrero había anticipado a Clarín: que en 2026 la producción de la fábrica será de 20.000 unidades, de las cuales proyectan exportar un 55%. “El modelo se comercializará en el mercado local y en países de la región, en paralelo con la versión manual”, agregó el comunicado.

¿Versión eléctrica?

Los pasos que Prestige apunta a dar en el mediano plazo incluyen producir una versión electrificada de la Sprinter hacia 2030, así como del utilitario Vito, que Mercedes Benz Argentina produjo fugazmente en versión naftera años atrás. Según adelantó Herrero en un seminario en Córdoba en agosto, para llegar a la Sprinter y la Vito electrificadas hacen falta una inversión de 400 millones de dólares pero, sobre todo, se requiere de la aprobación de la casa matriz.

“(Prestige va a poner) la plata para para hacer esa inversión par contar con una Sprinter y también con una Mercedes Benz Vito electrificadas. Desde el lado de Prestige ya está la decisión de seguir, de ir para adelante. Falta todavía que Mercedes tome la confianza en nosotros. Vamos muy bien, estamos muy bien, pero es Mercedes el que tiene que decir te autorizo a que a que produzcas en Argentina”, dijo Herrero a Clarín. En ese sentido, fuentes de la empresa destacaron que el visto bueno para la Sprinter con caja automática es un primer paso clave hacia ese objetivo.

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