31, enero, 2025

La receta que recomienda Wall Street para obtener US$ 10.000 millones y salir del cepo

En medio de la negociación de un nuevo programa con el Fondo Monetario, el Gobierno recibió una “recomendación” de Wall Street para salir del cepo: adoptar un esquema “integral” como lo hizo Egipto y dejar de postergar los cambios, ya que la continuidad de los controles y el deslizamiento del dólar (crawling peg) podrían generar “desequilibrios”.

Esa es la principal conclusión de un informe del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), un think tank creado en los años 80 al calor de la crisis de la deuda internacional y que está integrado por el Santander, Standard Bank, ICBC, UBS, BNP Paribas, JP Morgan, Wells Fargo, Deutsche bank, BBVA, Goldman Sachs y Morgan Stanley, entre otros gigantes del sistema financiero.

“La unificación profunda del mercado cambiario en Egipto sugiere que, tras ganar una credibilidad significativa luego de un cambio de régimen, Argentina está bien posicionada para levantar controles bajo un programa ampliado del FMI, lo que ayudaría a restaurar la estabilidad macroeconómica y a impulsar la recuperación del crecimiento”, dijo días atrás el IIF.

En el documento titulado “El Enigma del Tipo de Cambio Paralelo: Lo que Argentina puede aprender de Egipto”, el instituto destacó que el país avanzó en una transición hacia un régimen de tipo de cambio más flexible, con un endurecimiento significativo de las políticas fiscal y monetaria, lo que “restauró la confianza del mercado y reactivó los flujos de capital de no residentes”.

Egipto acordó en diciembre un programa de Facilidades Extendidas con el Fondo por US$ 8.000 millones por el lapso de tres años, luego de devaluar su moneda un 30%, reducir la brecha cambiaria y eliminar restricciones cambiarias y de importación. A su vez, un gran acuerdo de inversión extranjera, con el FMI y otros socios mejoraron la liquidez cambiaria.

“Aunque el tipo de cambio sigue siendo administrado, el enfoque integral y contundente de Egipto ayudó a recuperar el apoyo de los inversores y políticos, a reponer reservas internacionales y a reducir el traspaso cambiario para contener la inflación”, señaló el think tank cuyo directorio es presidido por la titular del banco Santander, Ana Botín.

En el caso de Argentina, el IIF destacó que la terapia de shock estabilizó la economía y reconstruyó las reservas, pero “un ritmo de crawling peg inferior a la inflación y los ajustes de precios relativos (por ejemplo, aumentos de tarifas de servicios públicos) llevaron a una apreciación del tipo de cambio real, a pesar de una rápida desinflación, lo que genera preocupaciones”.

“Si bien muchas restricciones para acceder al mercado cambiario se levantaron gradualmente, la todavía baja liquidez externa y una inflación alta en estándares internacionales llevaron al gobierno a mantener los controles cambiarios”, sostuvo el informe elaborado por los economistas del instituto Marcelo Estevao, Martín Castellano y Garbis Iradian.

No obstante, reconocieron que una unificación gradual podría ser difícil en situaciones de elevada deuda externa, alto contenido importado en las exportaciones, precios de exportación crecientes y baja credibilidad política. “En general, una posición de fortaleza con reservas suficientes permitiría una convergencia gradual…por otro lado, condiciones frágiles requerirían un ajuste único considerable“, explicaron.

Y a continuación enumeraron las principales preocupaciones relacionadas con la eliminación del cepo: (1) la limitada liquidez en dólares para enfrentar shocks externos y (2) el impacto inflacionario de las fluctuaciones del tipo de cambio antes de las elecciones de medio término críticas en octubre, donde el gobierno podría ampliar su base legislativa para implementar más reformas pro-mercado.

Según el IIF, la receta de Egipto consistió en (1) un conjunto integral de medidas para mitigar el traspaso cambiario; (2) un ajuste político sustancial; (3) una liquidez externa significativa para aumentar gradualmente la flexibilidad cambiaria frente a desafíos aún importantes en este ámbito; (4) consistencia y coordinación de las políticas monetarias y fiscales; y (5) estabilidad política.

En este contexto, estimó que el gobierno argentino “ganó suficiente credibilidad”, principalmente por el ajuste fiscal, para unificar el mercado cambiario sin efectos desestabilizadores. Y calculó que “la liberalización del mercado cambiario, que debería impulsar la recuperación, requeriría $10 mil millones adicionales en reservas que podrían obtenerse como parte de un nuevo acuerdo con el FMI”.

La eliminación expedita de los controles cambiarios desbloquearía la oferta de dólares en medio de amplias oportunidades de inversión, facilitando el acceso al mercado. Un tipo de cambio unificado que limpie el mercado restauraría la estabilidad macroeconómica y fortalecería la inversión, aumentando la transparencia y eliminando distorsiones”, aseguró el instituto.

En vísperas de la reducción del deslizamiento del dólar a partir de febrero, el informe dejó una advertencia: “Si bien la continuidad de los controles y el crawling peg podrían facilitar la desinflación a corto plazo, beneficiando al gobierno antes de las elecciones, podrían fomentar desequilibrios externos y complicar la liberalización del mercado cambiario en el futuro”, indicó el informe.

SN

Más Noticias

Relacionadas