La convocatoria del 60° Coloquio de IDEA “Si no es ahora, cuándo” es el mensaje público más transparente de lo que quiere el poder económico desde el mismo momento en que Javier Milei desembarcó en la Casa Rosada.
Hubo apoyos, comunicados y declaraciones del mundo empresarial, pero ninguno fue tan directo. El eslogan se traduce “Ahora o nunca” para modificar definitivamente la matriz productiva, laboral y social.
O sea, que el maldito péndulo argentino se quede del lado derecho sin posibilidad de regresar al lado de proyectos de industrialización nacional, mercado del trabajo con demasiados derechos laborales, amplía cobertura previsional y un Estado interventor para compensar desigualdades económicas.
Esto es lo que está en juego en este ciclo político liderado por Javier Milei con el indisimulable sostén del poder económico, que aplaude frases violentas (“los zurdos de mierda”) y soeces (“le dejamos el culo como un mandril”). Este vínculo estrecho se expresa en la alianza política de derecha conformada en el Congreso.
El nuevo bloque político de la derecha
El núcleo político consolidado es el que respaldó los vetos a leves aumentos de los haberes de jubilados y de recursos a las universidades públicas. Se puede extender, como quedó en evidencia, con la aprobación de la Ley Bases, que incluye el colonial Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones, y de la Reforma Fiscal, que profundizó la regresividad del sistema tributario.
El cuadro normativo del proyecto de reforma estructural se completa con el vigente DNU 70 que el Senado rechazó y Diputados no trató en el recinto.
Con pocos diputados y senadores propios, sin gobernadores y escasa presencia política en las provincias, para alcanzar esas mayorías relativas en ambas cámaras del Congreso, Milei contó con un sujeto social oculto en el debate público, que tiene una influencia destacada sobre amplios espacios políticos: el poder económico.
Algunos se sorprenden porque varios de quienes se abrazaron al gobierno libertario no consiguieron nada a cambio y si bien tuvieron promesas de recibir algo, no se las cumplieron.
Uno de los casos más patéticos es el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilnek, que sigue esperando la culminación de la rotonda de acceso a Choele Choel, paralizada con el 60% de la obra avanzada. El otro lo protagoniza la senadora Lucila Crexell que todavía aguarda ser nombrada como representante argentina ante la Unesco en París, Francia.
Diputados, senadores y gobernadores disciplinados
El principal factor disciplinador no son los insultos de Milei y/o las promesas de obras o cargos en el Estado, sino la sigilosa y muy convincente intervención del poder económico en las conciencias de diputados, senadores y gobernadores.
Puede ser que varios de ellos compartan la concepción política y económica de derecha del gobierno, pero el lobby del poder económico reafirma convicciones.
La consigna convocante del Coloquio de IDEA resulta reveladora de lo que está en juego para el mundo empresarial, que, como se señaló al comienzo, se redefine como grito de guerra: Ahora o nunca.
El poder económico, cualquiera sea su inserción en la estructura económica, interpreta que el ciclo de Milei en el poder político es la oportunidad para consagrar la ansiada redefinición de la matriz económica y social, y subordinar definitivamente el trabajo al capital removiendo las conquistas históricas y volviendo esa nueva situación irreversible.
Cuando aparece el interrogante referido a cómo pudo conseguir Milei la aprobación de estas leyes y el respaldo a inconstitucionales decretos de necesidad y urgencia, ocultar o minimizar este factor decisivo impide la comprensión amplía del actual ciclo político.
Empresarios que aplauden cuando Milei dice “zurdos de mierda”
El DNU 70, la Ley Bases, la reforma fiscal y los dos vetos son pruebas de que el gobierno de Milei está conducido por sectores del poder económico, sobresaliendo los grupos liderados por Paolo Rocca, Eduardo Elsztain, Eduardo Eurnekian, Alejandro Bulgheroni, Marcos Galperin.
Una cámara indiscreta mostró a Bulgheroni aplaudiendo mientras se reía, cuando Milei dijo “no le demos lugar a los zurdos de mierda”, en la Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL).
No es un comportamiento compatible con el reclamo histórico del mundo empresarial de respecto a las instituciones, la convocatoria a la convivencia democrática, el respeto al disenso, la defensa de la libertad de prensa y la seguridad jurídica.
La doble vara de empresarios y entidades empresariales se observa también en la ausencia de manifestaciones contundentes criticando la violencia discursiva de Milei contra medios de comunicación.
Casi diez meses después de la persistente agresión contra periodistas, la excombativa Asociación Empresaria Argentina (AEA), bajo la conducción de Héctor Magnetto (Grupo Clarín), Paolo Rocca (Grupo Techint) y Luis Pagani (Arcor), difundieron un tibio comunicado en defensa de uno de los suyos, la familia Saguier (Julio César es uno de los vocales de la entidad), que se encuentra bajo el fuego de Milei.
Con una tibieza desconocida de los dueños de las principales compañías del país agrupados en AEA, el comunicado dice que “siempre hemos subrayado la enorme relevancia que tiene para nuestra República la plena vigencia de la libertad de prensa, así como la necesidad de asegurar el amplio desempeño de los medios de comunicación independientes. Estos constituyen un reaseguro indispensable para garantizar la circulación de la información plural y diversa, y el derecho de los ciudadanos a estar informados. En este marco es pertinente destacar el papel central que ha tenido el diario La Nación en su centenaria trayectoria en defensa de la libertad y de los principios republicanos establecidos en nuestra Constitución Nacional”.
La violencia Milei, tema menor
Ni una mención a las agresiones de Milei, dispensa entregada por AEA frente al objetivo central del poder económico: jugar todo por el todo, proceso que no puede ser entorpecido por temas menores como el ataque oficial a los Saguier y a varios periodistas de La Nación, que están bajo el rayo fulminador libertario.
Existe de todos modos tensiones al interior de las cámaras patronales. El Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires informó que se retira del Foro de Convergencia Empresarial, que reúne más de 60 entidades empresariales, por no haber logrado una postura común sobre la defensa de la libertad de expresión tras los reiterados ataques del Gobierno a la prensa.
La conducción del poder económico no puede distraerse en estos momentos con cuestiones triviales que, en otras instancias, sirven para atormentar a gobiernos que no eran de su agrado.
Con el ciclo político de Milei buscan ordenar en forma definitiva la matriz socioproductiva para enterrar el modelo de desarrollo con organización gremial de trabajadores, que ha estado en tensión permanente en la relación capital y trabajo desde hace varias décadas.
Los sectores dominantes identifican una oportunidad virtuosa para llevar a cabo un ciclo de acumulación ampliada de capital, sustentada en la apropiación de las materias primas y el consiguiente declive de los procesos de industrialización.
Las contradicciones al interior del poder económico
Un reciente informe elaborado por economistas de Cifra-CTA ofrece una caracterización del gobierno de Milei que facilita la comprensión de está etapa política y económica. Señala que el gobierno de Milei está respaldado en una alianza social entre grupos locales y el capital financiero internacional con el objeto de reducir los costos salariales.
Advierte que, sin embargo, aún no se dirimieron sus contradicciones bajo la conducción hegemónica de uno de ellos, y la escasa sostenibilidad del programa económico las tiende a acentuar en la búsqueda por alcanzar los intereses particulares. Explica este aspecto medular de las pujas al interior del poder económico del siguiente modo: Milei estará bajo presión “ya sea para garantizar el cumplimiento de los compromisos de la deuda (capital financiero), ya sea para mejorar el tipo de cambio exportador (sector agropecuario), o ya sea para sostener la conducción de la política energética y de Vaca Muerta (grupos locales)”.
Indica que quien mejor expuso los fundamentos del programa oficial no fue ni el Presidente ni el ministro de Economía, sino Ricardo Arriazu, quien dijo que “Argentina es una economía bimonetaria… no basta con estabilizar el peso, mientras el dólar es una unidad de cuenta hay que estabilizar el dólar”. Por lo tanto, “si devaluamos, se acabó todo el programa, se acabó Milei”, dijo en la conferencia del 21 de agosto pasado en el Rotary Club, argumentos similares repitió el 18 de septiembre en la Universidad Nacional de Córdoba.
El reporte apunta que la recesión se torna un elemento clave para la sostenibilidad del programa por sus efectos para contener la inflación y para reducir la demanda de divisas por importaciones. Para indicar que, en la mencionada conferencia, Arriazu le reclama a los grandes empresarios –cuya rentabilidad se mantuvo elevada en la primera mitad de año– que la caída del Producto “es (consecuencia) exactamente del programa que pidieron”.
El Cifra-CTA recuerda que “no debe omitirse que cuando el desempleo masivo coincide con la reducción salarial históricamente se tienden a agravar los conflictos entre el capital y el trabajo, otro posible factor de insostenibilidad con el que tendrá que lidiar el gobierno”.
La verdadera casta está de fiesta
Otro informe, elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, precisa los ganadores y perdedores en el primer semestre del gobierno de Milei. La conclusión es notable: las empresas más grandes que cotizan en la Bolsa de Comercio quintuplicaron sus ganancias en el último año.
Este resultado se debe al impacto favorable que las políticas aplicadas por la dupla Milei-Caputo tuvieron para las principales corporaciones, mientras la mayoría de la población padeció una importante pérdida de ingresos.
Los resultados en el primer semestre de este año de los balances contables de las empresas de gran tamaño, que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, se explican por la megadevaluación y liberación de precios de diciembre pasado que, sin medidas compensadoras, produjo que compañías de los sectores de hidrocarburos, alimentos, energía, telecomunicaciones, laboratorios y finanzas multiplicaran sus ganancias.
El detalle es impresionante: YPF (+1069,9% en resultados operativos) y Tecpetrol-Techint (+1860,4% en resultados netos) y Mastellone Hermanos (+2050% en resultados netos). Los bancos Macro y Santander Río contabilizaron aumentos significativos de más del 400%, mientras que Molinos Agro, la cerealera de Pérez Companc, expandió el resultado operativo en 7543% y Metrogas lo hizo en un 2581%.
Para concluir: “Este análisis de los balances contables de las mayores empresas que cotizan en la Bolsa revela una transferencia masiva de recursos desde los sectores populares hacia el capital concentrado. En resumen, la frase que sintetiza el contexto actual sería: ‘la verdadera casta está de fiesta’”.