31, enero, 2025

Cruce entre frigoríficos y curtiembres por los cueros

En lo que ya es un clásico, la eliminación a las retenciones para las exportaciones de cuero, avivó una pelea entre los frigoríficos y las curtiembres. Los derechos de exportación permiten a la industria del cuero acceder a la materia prima a un precio más bajo para agregarle valor. Los frigoríficos prefieren exportar el cuero salado como en los tiempos de la Colonia.

Ayer, las cámaras industrial que componen la cadena de valor del cuero, expresaron su preocupación por el fin de las retenciones a la exportación del cuero salado: “Esta es una vieja discusión que involucra por un lado a quienes desde hace años le aportan valor al cuero, un subproducto residual de la faena bovina transformándolos en un producto industrializado o manufacturas de alta calidad con reconocimiento internacional, y por otro a quienes solo pretenden maximizar sus ganancias vendiendo un commodity a costa de una cadena industrial que genera miles de puestos de trabajo”, señalaron los industriales.

La principal curtiembre de la Argentina es Sadesa, con plantas por todo el mundo, especialmente en China y que abastece a las principales automotrices, además de las líderes globales en zapatillas. Sadesa pertenece a la familia Galperin, del dueño de Mercado Libre.

En el comunicado la industria expresa que el 50% de los cueros ya se exporta como salado por parte de los frigoríficos. Y que el precio del cuero apenas representa entre 0,8 y 1,5% del animal en pie.

Los cueros estaban sujetos a una retención fija por unidad, independientemente del tipo de cuero, su peso o el precio de venta. Esta retención se calculaba tomando como referencia el precio del cuero en el mercado de Chicago y ascendía a US$1,30 la unidad.

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