El año 2025 luce “desafiante ” para el sector industrial. Así lo define la organización Misión Productiva, que dio a conocer un informe donde alerta que el año pasado Argentina fue el país con mayor caída industrial del mundo.
La reactivación parte de un piso muy bajo para la industria. Los datos de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) advierten que, en una muestra de 79 países, Argentina fue el que más se contrajo en términos de producción industrial. La caída promedio fue de 9,4% durante el año pasado respecto al período anterior.
El análisis de la información surge de Misión Productiva, una organización definida como una “red de profesionales que impulsa el debate sobre el desarrollo, la producción, la innovación y el empleo de calidad”.
Sin embargo, la materia prima se desprende del monitoreo global de variaciones industriales, donde el promedio argentino fue “el peor registrado entre economías de distintas regiones del mundo”, incluyendo desarrolladas y emergentes.
Según el informe de Misión Productiva, la contracción industrial en el país fue generalizada, destacándose bajas profundas en sectores como minerales no metálicos (-24,3%), muebles y otras manufacturas (-18,6%) y maquinaria y equipo (-18,6%). La única excepción fue el bloque de refinación de petróleo, que creció 2% en el año.
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Consultada por Ámbito, Paloma Varona, economista de la organización, asegura que es “preocupante” la instalación de un discurso “anti-industrial” que “naturaliza la destrucción de capacidades productivas”.
“La industria no es un lastre: es un componente clave del desarrollo, la innovación y el empleo de calidad”, asegura la especialista.
En ese sentido, considera que “recuperar capacidades industriales lleva años” pero “perderlas puede ocurrir en meses”.
Las claves que explican el deterioro industrial
¿Cómo se explica este retroceso en la industria? Misión Productiva pone foco en la caída de la demanda interna, en un contexto de pérdida del salario real, especialmente durante la primera mitad del año, y la contracción de actividades que tradicionalmente traccionan a la industria, como la construcción.
Además, detectan un “desarme significativo” de políticas industriales: durante 2024 se eliminaron líneas de financiamiento para pymes, programas de promoción sectorial y herramientas de desarrollo tecnológico. Si bien estas medidas tomadas por la gestión actual no son la raíz del retroceso, sí contribuyen a consolidar un entorno “menos favorable” para producir.
Elio Del Re, titular de ADIMRA, entiende que el sector metalúrgico es uno de los más impactados por el deterioro del entramado industrial. En diálogo con este medio, asegura que “estamos viviendo un contexto de centralización de la producción industrial con un claro reemplazo por productos importados”.
En ese sentido, advierte el registro de un incremento interanual del 50% en maquinarias y equipos importados y más de un 30% en lo que es partes y piezas.
De acuerdo al último informe de la entidad, durante febrero la actividad metalúrgica registró una variación interanual de 5,3% y un aumento de 1% con respecto a enero, aunque arrojó importantes bajas en sectores como fundición (-14,1%) y autopartes (-3,9%). La situación de la fundición, en particular, refleja un proceso de contracción más prolongado que sigue afectando al conjunto del sector.
Por caso, y en contraposición a las empresas vinculadas a la actividad agropecuaria, las empresas proveedoras de la industria automotriz mantienen una tendencia negativa, con caídas interanuales que reflejan la contracción en este sector.
“La menor demanda de autopartes y componentes sigue afectando a los proveedores, limitando las posibilidades de recuperación en el corto plazo”, concluye ADIMRA.
El estudio de la UIA que advierte por apertura de importaciones sin la “cancha nivelada”
En este contexto, el sector industrial advierte por el marco en el que el Gobierno impulsa una mayor apertura comercial, donde la fuerte apreciación del tipo de cambio, la consecuente suba de los costos en dólares, y el peso de la logística debilitarán al entramado manufacturero.
La Unión Industrial Argentina (UIA) marca en su último estudio de competitividad que Argentina mantuvo entre 2013 y 2023 una inflación promedio de 51%, mientras que en Brasil fue de 6% e Italia 4%. A su vez, entre otras variables, señala que el crédito al sector privado en porcentaje de PBI en el país es de 6%; mientras que en Chile es de 110% o Estados Unidos 195%. Sobre las subas del tipo de cambio, Argentina parece como el único país entre los analizados que sufrió devaluaciones superiores al 10% en 13 años.
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