En el corazón de Dubái, una ciudad siempre en constante evolución, se erige el majestuoso Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo. En lo más alto de este icono arquitectónico se encuentra una propiedad que promete redefinir el concepto de lujo y exclusividad: un ático de 1950 metros cuadrados que acaba de salir al mercado por US$51 millones.
Ubicado a más de 400 metros sobre el nivel del suelo, este impresionante ático se distribuye en dos plantas, ofreciendo una residencia sin divisiones que espera ser diseñado a medida por su futuro propietario. El acceso se realiza mediante un ascensor privado, que garantiza la máxima privacidad, y cuya rapidez —alcanza los 36 km/h— le permite llegar al ático de manera cómoda y exclusiva. Los ventanales del piso al techo permiten vistas panorámicas que abarcan la ciudad, el desierto y el mar.
Entre sus características más destacadas se encuentran una pileta privada y un gimnasio. Además, el edificio ofrece un servicio de conserjería 24 horas, brindando a los residentes asistencia personalizada para atender todas sus necesidades. Con este tipo de instalaciones, vivir en el Burj Khalifa no solo es sinónimo de exclusividad, sino también de bienestar y comodidad en su máxima expresión.
El Burj Khalifa, que abrió sus puertas en 2010, se ha consolidado como un símbolo global de innovación arquitectónica. Su diseño, inspirado en la flor Hymenocallis, fusiona la naturaleza con la tecnología, creando una estructura que no solo desafía los límites de la ingeniería, sino que también redefine el horizonte de Dubái. Este rascacielos, con más de 160 pisos, alberga una mezcla de residencias de lujo, oficinas, restaurantes y el exclusivo hotel Armani, posicionándose como un referente mundial de la arquitectura contemporánea.
Construido entre 2004 y 2010, el Burj Khalifa alcanza los 828 metros de altura, lo que lo convierte en el edificio más alto del mundo. Su estructura, que combina acero, vidrio y concreto, requirió más de 330.000 metros cúbicos de hormigón y 103.000 metros cuadrados de vidrio para su construcción. Diseñado por la firma Skidmore, Owings & Merrill, este rascacielos destaca por su eficiencia estructural, capaz de soportar fuertes vientos y altas temperaturas.
El mercado inmobiliario de lujo en Dubái ha experimentado un crecimiento sin precedentes, lo que ha convertido a la ciudad en un destino preferido para inversores de todo el mundo. Con políticas fiscales favorables, infraestructura de primer nivel y una oferta de propiedades exclusivas, Dubái se mantiene como la capital del lujo moderno. La venta de este ático en el Burj Khalifa es un reflejo de esta tendencia, ofreciendo una propiedad única que se posiciona como una de las más codiciadas a nivel mundial.
Este ático, con su gran ubicación, no solo redefine el concepto de exclusividad, sino que también se erige como el máximo exponente de la sofisticación y el prestigio en Dubái.
LA NACION
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