Lucas Victoriano, el entrenador más exitoso de la historia del básquet de Instituto, el que guió al equipo a sus primeros títulos locales e internacionales, dejó de ser el DT de la Gloria tras perder las recientes finales ante Boca.
Si bien la noticia ya se sabía, se hizo oficial en las últimas horas con el comunicado del club y también con el mensaje del propio Victoriano en las redes sociales. “No sé cómo devolver tantas muestras de amor y cariño. A los hinchas de Instituto, gracias eternas”, escribió como parte de un mensaje que publicó en su cuenta de X.
El legado eterno de Victoriano en Instituto
El paso de Lucas Victoriano por Instituto marcó una etapa inolvidable, no sólo por los logros deportivos sino por el legado que dejó en la historia del club y en el corazón de la gente albirroja.
Victoriano se va de Instituto (LNB).
Victoriano dirigió un total de 248 partidos oficiales entre Liga Nacional, Súper 20, Supercopa, BCLA y Liga Sudamericana, con un registro de 164 triunfos y 84 derrotas, alcanzando una efectividad del 66,12%. Pero más allá de los números, su gestión representa uno de los ciclos más exitosos que haya vivido Instituto.
𝗗𝗲 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 𝗮 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇𝗼́𝗻 ❤️
Competimos, creímos y juntos soñamos en grande.
🗣️ El mensaje de Lucas para vos.
¡𝗘𝘁𝗲𝗿𝗻𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗴𝗿𝗮𝗰𝗶𝗮𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗳𝗲 𝗾𝘂𝗲𝗿𝗶𝗱𝗼! 👨🏻🏫 pic.twitter.com/jd6nOLFWwW
— Instituto ACC (@InstitutoACC) July 23, 2025
En 2021, Lucas le dio al club su primer título oficial: el Súper 20. Un punto de partida soñado que se transformó en el comienzo de una era. Luego llegó la consagración en la Liga Nacional 2022, la primera para la institución, y poco después, la Supercopa.
Victoriano se va de Instituto (LNB).
En 2023, Instituto levantó por primera vez un trofeo internacional: la Liga Sudamericana. Y siempre fue protagonista. Disputó dos finales más de Liga Nacional, en 2023/24 y en la reciente 2024/25, demostrando competitividad y solidez temporada tras temporada.
Victoriano se va de Instituto (LNB).
Más allá de los campeonatos, Lucas construyó una identidad. Le dio al equipo una forma reconocible de jugar, basada en la intensidad, el compromiso colectivo y una mentalidad ganadora. Impulsó el sentido de pertenencia, fortaleció el vínculo con la gente y dejó claro, desde el primer día, que cada paso se daba con convicción y pasión.
Hoy se cierra una etapa, pero su mensaje, su trabajo y su forma de sentir este club quedarán grabados para siempre. Porque si algo definió su paso por La Gloria fue su frase de cabecera: “Si no vas por todo, ¿a qué vas?”.
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