El Mundial de Clubes 2025 vive una edición histórica en su nuevo formato con 32 equipos, pero no solo el fútbol es protagonista. En el entretiempo de la gran final entre Chelsea y Paris Saint-Germain en el imponente MetLife Stadium de Nueva Jersey, más de 80 mil personas disfrutaron de un show musical sin precedentes en una cancha de fútbol.
Con una producción que buscó emular, y competir, con los tradicionales shows del Super Bowl, la FIFA reunió a cuatro artistas de talla mundial para convertir el descanso del partido en una verdadera fiesta cultural. El colombiano J Balvin, la estadounidense Doja Cat, la nigeriana Tems y la banda británica Coldplay compartieron escenario en una puesta visual, sonora y simbólica que cruzó continentes y estilos.
J Balvin aportó todo el color y el ritmo latino con una performance energética, donde el reguetón se adueñó del estadio con hits como Mi gente y Ay Vamos. Doja Cat, con su impronta pop y urbana, impactó con una escenografía explosiva y una coreografía a gran escala. Tems, una de las voces africanas más influyentes del momento, aportó su estilo introspectivo y potente, con una interpretación emotiva de Essence, canción que popularizó junto a Wizkid.
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El cierre del espectáculo quedó en manos de Coldplay, que volvió a dar una clase de conexión global. La banda liderada por Chris Martin emocionó a todos en un estadio totalmente repleto generando un clima mágico que unió a todos los presentes.
La FIFA apostó fuerte y parece haber ganado: el show fue tendencia global en redes sociales y demostró que el Mundial de Clubes puede ser más que una cita deportiva. Música, cultura pop, tecnología y fútbol convivieron en una experiencia pocas veces vista en el fútbol, que seguramente marcará el rumbo de futuros eventos organizados por el organismo.
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