9, junio, 2025

Macro en foco: señales para reactivar la economía real

Las nuevas medidas impulsadas por el Poder Ejecutivo, que buscan favorecer la canalización de los dólares que hoy están fuera del circuito formal, avanzan en distintos frentes, tanto en lo político como en lo legislativo. Si bien el timing entre el anuncio y el perfeccionamiento de estas medidas no es el más eficiente para generar un impacto inmediato, no hay otra forma de avanzar sin respetar el marco institucional vigente.

Desde mi perspectiva, se trata de medidas positivas: focalizan los controles y flexibilizan el uso de los fondos sin superponer exigencias que limiten su utilización.

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Más que un objetivo recaudatorio, lo que proponen es incorporar fondos a la economía para estimular su reactivación. Esta suerte de “dolarización endógena” sumaría liquidez al intercambio de bienes en la economía real, contribuyendo a impulsar el consumo. El impacto concreto dependerá de cómo avance la reglamentación y de los acuerdos políticos que puedan cerrarse con las provincias.

La lógica detrás de la acumulación de reservas cambió desde la liberación del cepo. No podemos ignorar el mensaje claro del Gobierno, que ha relativizado ese objetivo. Tal vez sea algo prematuro hacerlo, pero si se consolida el acceso al crédito y se incrementa el comercio exterior, las reservas podrían dejar de ser una variable central. En ese escenario, el equilibrio fiscal y la capacidad de pago de la deuda pasarán a ser los factores determinantes.

La semana pasada, el Tesoro logró captar dólares a través de la emisión de un bono en pesos, suscripto por inversores internacionales en moneda extranjera. Esta operación permite avanzar indirectamente hacia la meta de acumulación de reservas exigida por el FMI —una meta difícil de alcanzar, pero que probablemente sea relativizada por ambas partes. La tasa de corte del 29,5% parece razonable en este contexto de riesgo país e inflación, y representa un paso importante: marca el retorno al financiamiento externo y constituye un buen testeo del apetito por deuda argentina. Se colocaron 1.000 millones de dólares frente a una demanda de 1.700 millones.

Observamos una caída sostenida en la inflación mensual. Tal como anticipamos, en abril rondó el 3%, y todo indica que mayo podría cerrar cerca del 2%.

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Por el momento, el consumo masivo no repunta. Se observa un reacomodamiento de precios a la nueva demanda, que contribuirá significativamente a desacelerar la inflación en los próximos meses. En contraste, los bienes durables muestran una recuperación sostenida en su demanda, impulsada por el acceso al crédito y por expectativas positivas de los consumidores.

En conclusión, vemos avances hacia una mejora del riesgo país y un acceso más barato al financiamiento, lo que a su vez podría derivar en una recuperación de reservas. La economía real sigue ajustándose por eficiencia para lograr competitividad. La gran batalla es esa: ser eficientes y captar un mercado con perspectivas de crecimiento. Las nuevas medidas, en ese sentido, aportan fondos que ampliarán las condiciones de intercambio en la economía real.

En síntesis, el escenario económico-financiero muestra perspectivas favorables para quienes tengan capacidad de adaptación… y de creer.

* Socio de Deal Advisory en BDO Argentina; Magíster en Dirección de Bancos y Finanzas (UCEMA)

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