Momentos de tensión se viven en la previa del partido entre la Argentina y Colombia por la Copa América 2024. Luego de que un numeroso grupo de hinchas intentara ingresar al estadio sin entrada, la Policía decidió cerrar todos los accesos al Hard Rock Stadium. La Conmebol, por su parte, tomó la determinación de postergar el inicio del encuentro por al menos 30 minutos -comenzaría a las 21.30, hora de la Argentina- hasta regularizar el ingreso.
Mientras tanto, fanáticos tanto de la selección argentina como de la colombiana se quejan, lloran e incluso sucumben ante las altas temperaturas. Personas desmayadas, rostros ensangrentados y detenciones a raíz del avance de las fuerzas de seguridad, que tratan de restablecer el control.
“¿Así piensan hacer un mundial? Es un desastre. Dejaron entrar a todo el mundo sin boleta. ¿Así van a organizar un mundial? Pagamos 4 mil dólares las entradas. Por pecadores pagamos los justos”, dice un colombiano. “Es un desastre esto, con la demora que hay, dice un argentino”, suma un argentino.
“Es terrible todo esto. Se pagó una fortuna. US$ 10.000 cada entrada. Todo para estar encerrada acá. Me falta incluso el aire”, lamenta una fanática del conjunto de Lionel Scaloni en declaraciones televisivas. “El operativo estuvo muy mal hecho. Las puertas cerradas y la Policía golpeando personas. ¿Qué es esto, boludo? . ¿Tan difícil es hacer un cacheo antes de que las personas ingresen al estadio y ver si realmente tienen el ticket para ingresar a ver el partido”, critica un familiar de la mujer.
“Me pegaron un codazo en el pecho. Me estaban empujando”, indica un niño entre lágrimas. “Es una locura. Después se quejan de la Argentina. Con entrada, con todo no te dejan entrar. No sé quien es el responsable. Pero háganse cargo de todo esto. No puede ser así. Mi nene está llorando”, se queja su padre.
“No quieren dejar que entre la gente. Uno se queda aquí esperando como loco. Cuando decidieron abrirlas por unos segundos, todo el mundo intentó entrar al mismo tiempo. Empujaban. A mi me atropellaron. Me corté. Estaba sangrando. Tenía todo el pie lleno de sangre”, relata un cafetero mientras es asistido.
“Tenemos entradas y no podemos ingresar. Preferimos esperar a que pase todo el tumulto. La gente entró, rompió todo. Estamos esperando a que abran las puertas. No tenemos apuro”, resaltó otra simpatizante de la Albiceleste. “Mi seis amigos y yo llegamos a la puerta, tuvimos un problema con las entradas y la Policía no nos dejó ni hablar. Simplemente nos empujó. No nos dejaran que diéramos ninguna explicación. Las puertas están repletas de personas”, añadió un connacional.
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LA NACION