Terroristas ejecutaron a dos choferes y balearon a pasajeros en distintos puntos de Acapulco
El transporte público de Acapulco volvió a ser blanco de ataques armados. En dos hechos distintos, hombres armados dispararon contra choferes de taxis colectivos y camionetas Urvan, dejando dos muertos y tres pasajeros heridos.
El primer ataque ocurrió en la colonia María de la O, cerca de la avenida Constituyentes, donde un grupo de sicarios ejecutó a un taxista a plena luz del día. Durante el atentado, una pasajera resultó herida y tuvo que trasladarse a un hospital por sus propios medios.
| La Derecha Diario
Horas antes, en el poblado de El Cayaco, otro grupo armado atacó una urvan del transporte público, asesinando a un chofer y dejando heridos a dos pasajeros.
Los criminales huyeron sin problemas, mientras los cuerpos de seguridad llegaron demasiado tarde, como siempre.
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El crimen organizado impuso el terror en Acapulco mientras las autoridades siguen rebasadas
Estos ataques se sumaron a una ola de violencia que ha golpeado a transportistas y comerciantes en el puerto.
A finales de enero, grupos criminales asesinaron a tres repartidores de Coca-Cola, Pepsi y Corona, provocando la suspensión temporal de sus operaciones en la ciudad.
Ahora, la violencia alcanzó de nuevo al transporte público, dejando en evidencia la falta de control del gobierno sobre la seguridad en Acapulco.
Los ataques han generado terror entre los trabajadores del sector, quienes denunciaron extorsiones constantes y amenazas de muerte por parte del crimen organizado.
Las fuerzas de seguridad desplegaron operativos, pero la violencia sigue creciendo
Tras los ataques, la Policía Estatal, la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina realizaron operativos en las zonas afectadas, aunque sin reportes de detenidos.
Los habitantes de Acapulco siguen viviendo con miedo, sin confiar en que las autoridades puedan frenar la violencia.
Las denuncias de extorsión, cobro de piso y amenazas son ignoradas por el gobierno, mientras el crimen organizado sigue expandiendo su control sobre el puerto.
Acapulco sigue hundido en la violencia mientras el gobierno finge que todo está bien
El ataque a transportistas confirma que el crimen organizado mantiene el control de la ciudad, imponiendo el terror en cada sector.
Las fuerzas de seguridad siguen llegando tarde y sin lograr resultados, permitiendo que los sicarios operen con total impunidad.
Mientras los ciudadanos siguen siendo víctimas de la violencia, el gobierno prefiere dar discursos vacíos en lugar de actuar.
La pregunta no es si seguirá la violencia en Acapulco, sino cuántas víctimas más se sumarán antes de que alguien haga algo para detenerla.