Juana Viale volvió a hacer referencia a su noviazgo con el deportista náutico Yago Lange, con quien comenzó un romance en febrero de este año. Desde su cuenta de Instagram, la conductora del Almorzando con Juana (eltrece) deleitó a sus seguidores con una postal cargada de amor y pasión en medio de las montañas, en un entorno natural y lejos del ajetreo de Buenos Aires.
A principios de este año, Juana volvió a creer en el amor y se volcó de lleno a una relación distinta, ya que Lange no solo que es ajeno al mundo de la farándula, sino que, además, coincide con el activismo ambiental de ella. Al parecer se conocían previamente, debido a que los dos militan fervientemente por el cuidado de los océanos. De esa forma, nació el amor.
Desde las historias temporales, Viale compartió una postal con Yago. Ambos aparecieron besándose apasionadamente desde un entorno de montañas y con el Sol que asoma desde el horizonte. “Aman e (ceres)”, escribió la conductora a la vez que agregó: “Seres”. Como es de costumbre, luego publicó una foto del mar y, en la siguiente, una del barco a vela que los transportó a lo largo del Atlántico en una travesía muy particular.
Juana es de perfil bajo y no suele hacer referencia a sus vínculos amorosos. Desde que se separó de Gonzalo Valenzuela, con quien estuvo en pareja desde el 2005 hasta el 2014, no se le conoció otra relación tan prolongada. Más allá de las versiones de pequeños acercamientos con diferentes hombres, siempre eligió la privacidad. Incluso en su actual noviazgo, en su programa prefiere no mencionarlo.
Ambos confirmaron su relación con una foto que la nieta de Mirtha Legrand publicó en las redes en la que se mostró junto al deportista náutico y activista ambiental. En ella, los dos posaron muy juntos y la conductora sumó un corazón en símbolo de unión.
A partir de ahí, comenzó una serie de viajes cortos con Yago y lo hizo público para que sus seguidores sean testigos del amor que experimentaba. Algo que la llevó a concretar, hace un mes, una gira en un barco a vela desde Brasil hasta las Islas Canarias, en España.
Esta travesía con amigos y con su pareja tenía un fin: recopilar información sobre los niveles de micro plástico existente en el océano. Las muestras que obtuvieron, a posterior, serían investigadas conforme a un informe que darán a conocer más adelante.
No obstante, a lo largo de este mes y medio de viaje por las aguas atlánticas, los novios se acercaron más y fue la primera vivencia de tal magnitud que los dos compartían. Es por ello que durante todo el transcurso, ambos se mostraron en diferentes escenas muy enamorados; entre abrazos, besos, risas y especiales momentos como la ceremonia a Neptuno.
De esta manera, la madre de Ámbar de Benedictis, Ringo y Silvestre Valenzuela, se animó a mostrarse tal cual es, libre, con un profundo sentimiento por el cuidado de la naturaleza y feliz de haber hallado a una persona que la acompañe con sus ideales.
LA NACION