Pocas plantas tienen la capacidad de transformar un jardín en verano con tanta facilidad y generosidad como las Buddleja, también conocidas como “arbusto de las mariposas”.
Su floración abundante, su porte flexible y su capacidad para atraer fauna hacen que cada temporada ganen más espacio en proyectos de diseño y jardines particulares.
El viverista y especialista en planificación del paisaje Ignacio Van Heden asegura que “las Buddleja florecen profusamente durante el verano, en especial si las podamos entresacando ramas gruesas y sacando las flores secas”.
El esfuerzo de una poda sutil y regular es suficiente para prolongar la floración hasta entrada la temporada
Parte del atractivo de las budlejas está en la variedad cromática de sus flores. Van Heden recuerda que hay “de flores lilas, violetas, moradas, rosadas, amarillas, naranjas y hasta blancas”, aunque advierte un detalle estético: las blancas, cuando se pasan, “se ponen de un color marrón, que no lucen en la planta”.
Además de las variedades más conocidas, en Argentina existen especies nativas, tanto del sur como del noreste del país, que aportan diversidad y un excelente comportamiento en jardines ecológicos.
La especie más conocida, Buddleja davidii, puede alcanzar de 4 a 5 metros de altura, aunque responde muy bien a las podas de formación y mantenimiento. Para jardines más pequeños, los viveros ofrecen Buddleja davidii var. nanhoensis, de porte compacto, que rara vez supera los 2 metros.
Las hojas, en tonos gris o verde grisáceo, suman textura y contraste, sobre todo en jardines secos o de inspiración naturalista.
Si hay algo que vuelve indispensable a este arbusto es su capacidad para atraer vida al jardín. Son muy visitadas por mariposas y colibríes. Un solo ejemplar en plena floración puede convertirse en un pequeño ecosistema lleno de energía.
En cuanto al cultivo, es una planta agradecida y fácil: crece a pleno sol, requiere riego moderado, rara vez presenta problemas sanitarios y, como destaca Van Heden, “es muy sana y no suele ser atacada por las hormigas”.
Su propagación también es sencilla: se multiplica con éxito por estacas leñosas a fin del invierno, lo que permite obtener nuevas plantas sin mayor esfuerzo.
Para lucirse necesitan suelos ricos, profundos y bien drenados. Nada de anegamientos
Con una paleta amplia, una floración constante y una fuerte atracción sobre polinizadores, las Buddleja se consolidan como una de las mejores opciones para jardines sustentables, de bajo mantenimiento y llenos de vida. Su belleza y sencillez de su cultivo las convierten en un imprescindible del verano, tanto para paisajistas como para aficionados.
