Sobre la hora, cuando el Ministerio de Economía agotaba sus dólares para sostener el tipo de cambio y a dos semanas de las elecciones legislativas, Estados Unidos confirmó y empezó a ejecutar su esquema de rescate financiero al Gobierno de Javier Milei. El apoyo es histórico hacia el plan de Milei.
Mientras el equipo económico todavía permanecía en Washington para el cierre de las negociaciones, la Casa Blanca desplegó a lo largo del jueves una primera medida, excepcional, e intervino en el mercado oficial de cambios local a través de un grupo de bancos comerciales.
Así, el dólar mayorista bajó 5 pesos y se alejó levemente del techo de la banda de flotación. El mercado celebró la novedad con una oleada de compras de bonos argentinos sobre el cierre de la jornada. El ministro Luis Caputo y el presidente del BCRA Santiago Bausili cerraron, con el mensaje de Scott Bessent, la misión que encabezaban desde el sábado en la capital norteamericana,
“Solo Estados Unidos puede actuar con rapidez. Y actuaremos. Para ello, hoy compramos directamente pesos argentinos“, anunció Bessent 45 minutos después de que cerrara la rueda de negociación en el mercado de cambios local. Puesto en otras palabras, la Casa Blanca ofreció dólares y se llevó pesos a su cuenta.
El paso al frente de los Estados Unidos para dar comienzo formal al esquema de rescate financiero al gobierno libertario se dio en el momento justo en que el Ministerio de Economía estaba cerca de agotar toda su tenencia de divisas para intervenir. Desde la semana pasada lo fue haciendo a un ritmo superior a los US$ 300 millones diarios.
Cuando empezó el jueves el colchón de dólares propios prácticamente había desaparecido, incluso con vencimientos de deuda con organismos internacionales en los próximos días. El paso siguiente hubiese sido que el Banco Central empiece vender los dólares que prestó el FMI en abril. “Hubiese sido una noticia tremenda”, consideró un ex ministro de Economía que atravesó sus propias crisis cambiarias.
El Tesoro de los Estados Unidos, en ese contexto crítico, actuó con sigilo y activó una ingeniería financiera para poder intervenir en un mercado de cambios extranjero. El Gobierno evitó dar detalles sobre cómo funcionó la operatoria y cuánto fue el monto involucrado.
Según fuentes de mercado, Santander y el Citi, dos bancos internacionales, actuaron como agentes financieros del Tesoro norteamericano y operaron con sus filiales locales en el mercado de cambios local. Solo las entidades reguladas por el BCRA pueden participar de la rueda de negociación de dólar oficial.
En los primeros minutos de la jornada financiera, el tipo de cambio mayorista escaló hasta $1.470, a menos de $15 del techo de flotación, pero un volumen de operaciones muy menor y sin presencia del Tesoro. Cerca de las 14, una hora antes de que cierre el mercado, aparecieron las órdenes de venta privadas y empujaron al dólar a los $1.420 con los que cerró.
Desde una mesa de dinero de una importante agencia de bolsa relataban, tras el fin de la rueda cambiaria, que llamó la atención de los operadores la aparición en las pantallas de dos órdenes de venta por US$ 250 millones, una oferta numerosa. En el mercado suelen identificar cuando hay “manos” oficiales por cierto patrón en los montos y precios.
La presunción es que esas ventas fueron las que propició la Casa Blanca a través de ese grupo de bancos comerciales. En todo caso esas órdenes en cuestión no fueron tomadas en su totalidad, porque el volumen de operaciones de toda la jornada fue de algo más de US$ 420 millones.
La fase 1 del rescate financiero de Donald Trump y Scott Bessent comenzó, entonces, con la intervención cambiaria. Pero la promesa es que no será la última instancia. La Casa Blanca sostuvo la de un swap de monedas por US$ 20.000 millones, todavía con un plazo incierto de concreción, ratificó el acuerdo con el FMI, prometió inversiones privadas y Bessent fue más allá: “Estamos preparados para tomar las medidas excepcionales“.
El mercado interpretó que la novedad de este jueves sobre el swap de monedas tiene que ver con que hay un acuerdo sobre el formato que adoptará. Un ex funcionario argentino conocedor del FMI cree que la totalidad -o una parte- de ese swap podría estar integrado por Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI en manos del Tesoro de los EE.UU.
Así se entendería la preponderancia que tuvo Kristalina Georgieva durante los últimos días de negociación en Washington. La titular del FMI salió a apoyar el anuncio de Bessent pero planteó que hacia adelante el Gobierno deberá continuar acumulando reservas.
