La casa móvil en Estados Unidos se convirtió en una opción para quienes buscan vivienda accesible en un mercado marcado por la suba de precios. Sin embargo, el costo de estas unidades varía por estados, lo que abre un mapa de oportunidades a lo largo de ese país.
De acuerdo con el último estudio registrado —publicado en diciembre de 2024 por la empresa LendingTree, con datos correspondientes a 2023 —, los valores más bajos se registraron en:
El informe deja ver también que los precios aumentaron significativamente desde 2018.
Pese a esas variaciones, los valores en 2023 seguían por debajo del promedio nacional, que entonces se ubicó en US$124,300.
El mismo relevamiento mostró que la costa oeste concentra los valores más altos:
En estos estados, el valor promedio de estas casas superaba en 2023 en más de US$40.000 a la media nacional.
En 2018, los precios eran de US$102.600 en Washington, lo que representó un aumento del 59,94% en la mitad de la década; en California, de US$112.500 (+37,33%); y en Arizona, de US$97.500 (+52,62%).
El estudio se basó en la Encuesta de Vivienda Manufacturada (MHS, por sus siglas en inglés) y en la Encuesta de Construcción (SOC, por sus siglas en inglés) de la Oficina del Censo, además de registros del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU. (HUD, por sus siglas en inglés). Estas fuentes permitieron calcular el precio promedio de unidades nuevas por estado y su evolución desde 2018.
La definición oficial de Casa Móvil describe estas unidades como remolcables, con un ancho mínimo de 2,44 metros y un largo de 12,19 metros, construidas bajo el código federal de HUD. Alaska y Hawái quedaron excluidos del estudio por falta de datos.
Las mobile homes son un tipo de vivienda prefabricada. Este sistema de construcción, según un informe de Construction Coverage, se presenta como una alternativa frente a la crisis habitacional en Estados Unidos, en un contexto de precios inmobiliarios en alza, hipotecas cada vez más caras y alquileres en aumento.
El relevamiento publicado en 2025, apoyado en cifras de la Oficina del Censo de Estados Unidos, revela que las viviendas prefabricadas, armadas en planta y luego enviadas a su destino final, mantienen una ventaja clave en costos.
Su construcción promedia US$87 por 0,09 m², frente a los US$166 que cuesta la misma superficie en una casa tradicional. A esa diferencia se suma una evolución en la calidad: mejores materiales, mayor eficiencia energética y diseños cada vez más atractivos.
El estudio señala que la región sur concentra los mayores envíos. Texas encabeza el ranking con 18.343 unidades en 2024, seguido de Florida (7405) y Carolina del Norte (6768). En estados de menores ingresos como Misisipi, Kentucky y Louisiana, las casas manufacturadas representan más del 30% de las nuevas viviendas unifamiliares.